Cap 1

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Silencio, calma.

Así es como la heladería se mantenía aquel lunes al mediodía, fue así hasta que el sonido de una pequeña campana en la puerta se deja escuchar, terminando con el tranquilo silencio.

-Muy buenos tardes, ¿en que le puedo servir?

Un peli castaño salió de una habitación apresuradamente para acercase al mostrador luego de proclamar aquel típico saludo de todos los días, ofreciéndole una sonrisa a aquella mujer que seria la primera clienta del día.

-Un helado de chocolate, con base de galleta de mantequilla, chispas de chocolate blanco, malvaviscos y sirope de chocolate encima.

-¿Para llevar o para comer aquí?

-Llevar.

Que buenos modales, pensó sarcásticamente, siempre lo mismo. El chico anotó todo en aquella libretita que sostenía en sus manos y se dirigió a la cocina para poder realizar el pedido, luego de indicarle a la mujer que lo esperara en la siguiente fila.

Hongjoong se acercó a aquellos tres contenedores en donde se mantenían guardadas las tres tipos de masas, tomo un poco de masa para galletas de mantequillas y las metió en el horno, fue entonces cuando aquella campanita sonó una vez mas, alertando la llegada de un nuevo cliente.

El Loui's era una heladería muy famosa debido al sistema de servicio de este, en donde el cliente podría elegir el sabor de masa, el condimento que deseaban o no deseaban, el sabor de helado y la decoración que querían, pueden pedir tres helados muy diferentes en un mismo plato, sin limites, además de que habían bastantes sabores, los básicos, y algunos bastante extravagantes.

Hongjoong se dirigió nuevamente al mostrador para tomar el pedido mientras esperaba a que la alarma de el horno sonara para dar a entender que las galletas ya estaban listas.

Para Hongjoong era un trabajo pesado, pues tenia que encargarse de los pedidos sin ayuda alguna, ya que el único compañero que tenia se encargaba de limpiar y ordenar los ingredientes, sin embargo le pagaban bastante bien y tenia el horario justo para poder hacerse cargo de sus obligaciones en la universidad, además de que en cierto modo estar tantas horas en aquella cocina lo ayudaba a mantenerse ocupado y así el pequeño no tenia que torturase sobre pensando las cosas todo el día, cosa que le suele pasar muy seguido, el no tener tiempo para "divertirse" no era un gran problema, para un chico solitario y una vida aburrida no era el fin de el mundo no salir de fiesta cada viernes en la noche, igualmente no tiene a nadie a quien invitar.

Ya estaba empezando a caer la noche cuando Hongjoong observa a una pareja, los últimos clientes, levantarse de la mesita que estaba cerca de la ventana, una vez estos están afuera, Hongjoong se dirige a la pequeña habitación en donde los únicos dos empleados guardan sus cosas personales, para mantenerlas asegurada cuando están trabajando, y toma una mochila color azul cielo, con varios pines y un característico llavero de Pororo colgando.

- Nos vemos mañana, asegúrate cerrar la puerta con llave, yo ya he terminado mis tareas, adiós Hongjoong- Escucha decir a su compañero.

- Adiós, que llegues a salvo a casa.

Su compañero, Rano, era una persona bastante reservada, nunca habían mantenido una conversación muy duradera a pesar de los años que trabajando juntos, sin embargo no se llevaban mal ni nada por el estilo, eran compañeros, nada más.

Hongjoong se asegura de guardar bien los ingredientes y masas, sale de la cocina y apaga las luces, luego cierra la puerta con la pequeña copia de llave que el jefe les dio a ambos empleados, y por ultimo toma el mismo bus de siempre para por fin llegar a su hogar.

Lᴏɴᴇʟʏ- Seongjoong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora