Cientos de años estar dormido con su alma sellada, pero ese cello se rompe ya que una sacerdotisa le libera. La odiara, despreciara, la querrá matar... pero sobre todo la amara
Aún no sabe como terminó en ir a la dirección en que ese sapo le dijo, incluso, sigue sin saber como terminó siguiendo a ese pequeño youkai.
— por aquí... — la llamo interrumpiendo sus pensamientos.
— *será que acepte por lástima? — se pregunto, pero no lo sabía y tampoco intentó encontrar respuesta a su pregunta.
Al llegar se sorprendió que lo guiaba al árbol sagrado, que hacia un ser sellado en un árbol como ese.
— es aquí — dijo. Kikyo arqueo una ceja confundida, no veía a nadie ahí, pero él pequeño youkai se fue detrás del árbol. Ella lo siguió.
Detrás del árbol, unas raíces sobre salían de la tierra cubriendo algo que estaba en medio de ellas. Con intriga se acercó. Las raíces que sobre salían, estaban rodeando a un hombre. Tenía los ojos cerrados, sus marcas, su luna, parecía que estuviera durmiendo pacíficamente, pero lo que le llamo la atención, fue la flecha que sobre salía de su pecho.
— una flecha selladora — dijo más para si misma que para él pequeño youkai que estaba a su lado.
Con pasos lentos se acercó hasta él, arrodillándose supo que la flecha reaccionaba a su presencia. Él pequeño youkai sudaba con miedo y ansiedad, estaba nervioso por saber que iba a pasar cuando aquel sello se rompa.
El odio y la envidia que sientes tendrás que olvidar, atado a esta persona condenado estarás.
Escucharon una voz cuando kikyo tomó aquella flecha entre sus manos, una luz cegaron a ambos, la joven sentía como todo su cuerpo empezaba a doler, como si su cuerpo estuviera luchando contra un veneno poderoso, no se iba a rendir, cuando sentía como estaba a punto de desmayarse sintió como la flecha se rompió liberándolo de aquel sello.
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No supo cuando fue la última vez que había visto la luz del sol entrar en sus ojos. Frunciendo a penas sus ojos los abrió lentamente hasta aclarar su vista, ¿Cuántos años paso desde que le sellaron?, no lo supo y tampoco le importó, sólo le importó saber que por fin era libre, moviendo sus manos la alzó hasta la altura de su rostro. Por fin alguien le liberó, ahora libre, mataría para no tener que lidiar con él o ella.
— silencio jacken — dijo molesto al escuchar su voz chillona, su voz sonaba algo raspoza y cansada. Debió ser porque pasaron mucho años desde la última vez que probó agua.
Levantándose de donde estaba acostado sintió como las raíces se rompían de sus brazos y piernas.
Levantándose miró a su alrededor, encontrándose con una joven que le miraba algo sorprendida arrodillada en frente. Recuperándose de su shock se levantó de donde estaba arrodillada para ponerse en frente de él. Se sorprendió al ver como una cadena invisible ante los demás, pero visible ante sus ojos, salía de su pecho y se conectaba con el pecho del dayoukai, sin mencionar que una especie de collar apareció en su cuello, era ligero pero sentía que era de metal, con un pequeño candado en medio y una larga cadena que tenía el dayoukai en su mano.
