CAPÍTULO # 5

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A Jungkook le gustaba demasiado su cercanía, era tan inexplicable lo que le hacía sentir, en el poco tiempo que habían estado juntos, una semana o un poco más quizá, se había convertido en alguien muy importante para el pelinegro, sin darse cuenta, estaban casi pegados todo el tiempo, le encantaba despertar junto a Taehyung, le causaba ternura que Tae cada noche se aferrara a su cintura antes de quedarse dormido.

- ¿Qué haces despierto tan temprano? ¿No dormiste bien? —pregunta Taehyung al ver a Jungkook totalmente despierto y él estaba casi completamente encima del pecho del pelinegro.

- No, creo... que tuve una pesadilla, pero está todo bien.

- Bien... vamos a caminar, desayunamos, luego nos entramos a la piscina porque está haciendo calor ¿qué dices Jungkookie?

¿Cómo le dijo? No le molesta, pero es la única persona que se atrevió a ponerle un apodo.

- ¿Cómo me dijiste? –Taehyung se asustó.

- Lo siento, sé que no te gustan los apodos...

- No es eso Tae, es que me gusta mi nombre, pero tú puedes decirme como me dijiste, pero solo cuando estemos solos ¿sí?

- Está bien. —respondió con esa sonrisa tan brillante que Jungkook empezaba a amar.

- puedo decirte Kook o Kookie o....

- Wow, wow para, para, Jajaja ¿no te gusta mi nombre? ¿Porque tantos apodos?

- Me encanta tu nombre, pero todos te llaman de la misma manera entonces yo...

- Está bien, por ser tú, puedes llamarme como quieras, pero solo cuando estemos los dos.

- Claro, no quiero que nadie te llame de la misma manera que yo –sonríe.

- Bueno voy a cambiarme y nos vemos abajo ¿sí?

- Si, Kookie –Jungkook solo sonrió mientras le guiñaba un ojo.

Después de ducharse bajó para encontrarse con menor para que salieran juntos, el clima estaba a 35 grados, pero en ese lugar ese clima era perfecto, no le agradó la escena de Jimin y Taehyung abrazados. Él era el que tenía toda la atención de Taehyung y amaba eso, porque el castañito escuchaba atentamente cada palabra que decía cuando hablaban.

- Jungkook, buenos días –saludó el recién llegado.

- Hola, Jimin.

- Jungkook, Jimin también va a caminar con nosotros. —dijo el castaño con una sonrisa, Jimin asintió sonriendo también, ¿porque estaban tan felices?

- De hecho, estoy algo cansado así que no iré, pero pueden ir ambos, nos vemos luego. —sin esperar respuesta, regresó a su habitación.

- Ya quiero volver... —habló para sí mismo echándose sobre la cama.

- ¿Por qué? ¿Ya te aburriste de estar aquí? ¿O te aburriste de mí? ¿Ya no te caigo bien? ¿Que hice? ¿Hice algo para molestarte? –Taehyung lo había seguido y estaba al borde de la cama casi por llorar.

- No, Taehyung por favor, no pienses mal, no sé porque lo dije solo sé que no es por ti y no hiciste nada. —sin pensarlo lo tomó entre sus brazos.

- Pero yo te oí, quieres irte. —dijo entre susurros en su pecho, Jungkook lo apartó para ver sus hermosos ojos casi rojos.

- Tae, perdóname por lo que dije, pero jamás es por ti, no pienses eso ¿sí? Me encanta estar contigo. —Jungkook no quería que se sienta mal, no quería verlo llorar, le gustaba su sonrisa.

- Está bien... entonces descansa, pero no te vayas...

- No me iré, no pensaba hacerlo, Ahora ve con Jimin debe estar esperándote. –él asintió y salió de la habitación.

Taehyung era dulce, tierno, tan inocente que podría meterlo en un hermoso cubo de cristal para que nadie pueda dañarlo, jamás conoció a alguien así, menos a un chico, eran las chicas a las que había que cuidar y aunque Tae era un chico era tan inocente tan hermoso, que se le hacía imposible no querer protegerlo.

- ¡TAEHYUNG!!! –Jimin gritó

- ¿Porque estas gritando?

- Porque resulta que estoy hablando solo hace más de 15 minutos y mi mejor amigo no me da ni la más mínima atención –era verdad se quedó pensando en Jungkook.

- Lo siento Jiminie, no te enojes –caminan abrazados

- ¿Tienes algún problema? estas extraño...

- No, no, solo me llevo mejor con Jungkook.

- Pues pude notarlo, se llevan tan bien que pensé que me cambiaste por él.

- Claro que no, tú siempre serás mi mejor amigo solo que Jungkook igual me cae bien ahora.

Con Jungkook se sentía protegido, su sonrisa es lo más hermoso que haya visto, Jungkook le hace sentir seguro.

- ¿Por qué ahora tomas chocolate solo? ¿debería pensar que estas molesto conmigo? –esa voz podría reconocerla donde sea.

- Kookie! Pensé que dormiste temprano como los demás. —dijo yendo por otra taza de chocolate.

- ¿En qué pensabas? –preguntó

- Mmm en que no sé qué pasara ahora, no se si no quieres que te hable en la universidad o si vas a ignorarme.

- Nada cambiara, seguiremos siendo amigos y podemos ver películas en tu casa o la mía o salir a una cafetería a tomar chocolate caliente como ahora, ¿estás de acuerdo?

- Sí. –no pudo evitar sonreír estaba feliz porque no lo alejaría de su vida.

—¿Entonces dormirás conmigo esta última noche? –claro que lo haría.

- Solo si tienes frio

- Tengo demasiado frio. –sonríe bonito, como a Taehyung le gusta.

DÉJAME IR...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora