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Llegando a la ciudad, aun cuando se sintiera que por más que sus ojos estuvieran cubiertos, para él no iba a ser difícil, reconocer los puntos principales del pueblo, los hombres le cubren los ojos, cosa a la que este en un primer momento intenta resistirse sin conseguirlo debido a que sus agresores lo golpean a lo que le sigue la boca y sabiendo que esto pudiera no ser bueno para él, al llegar al centro de este, se lo encierra en la jaula que hubiera sido especialmente preparada para él, donde se lo pensara tener como si fuese un entretenimiento. Estando en el centro, se anuncia que iba a ser expuesto como si se tratase de una bestia, por suerte para él en ese momento el cuervo se posa sobre los barrotes, informándole que en la selva ya se estaba tramando un plan para poder rescatarlo y que no iban a tardar en hacerlo, todo eso él lo esperaba con emoción, aunque en su corazón supiera que por las ramas escupe fuego, no iba a ser muy sencillo.

-Este será tu nuevo hogar de ahora en adelante, aborigen blanco y de él sólo saldrás para trabajar-le informan los malos luego de encerrarlo.

-No se saldrán con la suya, ya verán. En cuanto sepan sobre lo que está sucediendo, mis amigos no me van a dejar solo, vendrán a rescatarme pronto y me llevaran con ellos a un lugar en el que esté seguro-siente el muchacho, que a esas alturas comenzaba a sentir frío.

-Cuando lo hagan, nosotros los estaremos esperando y no dejaremos que ese maldito se nos vuelva a escapar-sentencian los malos suponiendo que quienes llegaran, pudieran ser animales, pese a tener en sus manos a Ram, quien estuviera herido, o aborígenes.

Sin pensar en otra cosa, los hombres proceden a atar a Jake al que hubieran amordazado y vendado aun cuando hubiera visto todo lo que sucediera y el camino al pueblo lo hubiese hecho en otro momento, dentro de la jaula, en la que se estuviera pensando tenerlo como si fuese un animal igual que Ram, quien para ese momento casi ni se movía. Los que pasaran por el lugar y vieran al muchacho, se alegraban de saber que finalmente hubiera sido capturado, aunque otros que lo reconocieran como el hijo adoptivo de Scott al que un blanco reconociendo a Edward que fuera familiar suyo, hubiera ordenado cuidar, se horrorizaban de lo que ocurriera y exigían su libertad.

-Nos costó mucho atraparlo, no lo vamos a liberar sin antes haber hecho que reciba un castigo-sentencian los malos, quienes, por otro lado, no tuvieran pensado dejarlo ir en el corto tiempo.

-Ahora que están en nuestro poder, no hay nada que sus amigos puedan hacer-señalan.

Al tiempo bajan de la carreta, la jaula en la que llevaran a Ram, quien por las heridas que tuviera en el cuerpo, ya se estuviera sintiendo cerca de la muerte, pidiéndole a sus hermanos que no se demorasen en ir a rescatarlos. Si ese era su destino, quería morir cerca de sus hermanos, todo cuanto sucediera, algunos de los habitantes que no estuvieran de acuerdo con lo que ellos hicieran, deciden informárselo a Edward, quien continuara recuperándose de lo que le hicieran al capturarlo, pero ya se sintiese mucho mejor y estuviera pensando en ir a buscarlo al lugar en el que lo estuvieran exponiendo como si fuera un trofeo.

-Jake ha sido capturado y llevado al centro del pueblo, donde se encuentra en una especie de jaula-siguen diciendo los que estuvieran allí o lo hubieran visto.

-Esos malditos querían a mi sobrino únicamente por haber tenido que ver con los aborígenes, de lo que él no tiene culpa y ya lo tienen, pero además atraparon a un animal inocente-sentencia el hombre-Que no se crean que esto va a quedar así-piensa Edward.

-Los rescataremos-le aseguran.

En ese instante al saber lo que estuviera ocurriendo, el comandante les ordena a sus hombres, ir al sitio donde Jake estuviera y sacarlo de allí, llevándolo hasta el cuartel en el que pudiera tener un sitio en el que pudiera estar más relajado junto a sus compañeros a los que estuvieran pensando en cuidar. Todo esto les hace pensar que el joven pudiera querer que ayudaran al lobo que estuviera en la jaula de la que no lo hubiesen sacado, aunque tuviera sus patas y hocico atados, antes que, a él, ver a este en un estado muy delicado, lo preocupa queriendo que fuese liberado de inmediato, y haciendo cuanto pudiera para cuidarlo, lo relaja asegurándole que todo iba a pasar.

El aborigen blancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora