Capítulo 3

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«Cinco años después»

—Si, Dinah, si—Suspiro cansada mientras sostenía el teléfono en su hombro y oreja, debido a que sus manos estaban ocupadas en la estufa—¡No, Dinah, eso no!

—Pero Chancho, debes asistir a la fiesta, esto te beneficiará demasiado—Dijo la mujer del otro lado del teléfono.

—No puedo, es demasiado trabajo, además, está ella, está en un fase muy... Especial—Suspiró la castaña con cansancio, con una mano agarro una cuchara y probó la sopa que hacía—Falta sal—Murmuró para si misma.

—¿Qué?

—Nada, Cheeche—Se estiró para tomarla sal y ponerle al tanteo—No creo poder ir.

—¡Esta es nuestra oportunidad para tener más clientes!, esta boda podrá ser lo mejor—Trató de convencerla.

—¡Somos multinacionales, Dinah, por el amor de Dios!—Exclamó desesperada—No necesitamos más, además, el plan principal era diseñar los vestidos de boda de Lucía Vives y Verónica Iglesias, no asistir a su fiesta de bodas. 

—¡Pero habrá muchos famosos que podrán ser futuros clientes!

—Tenemos a Ariana Grande—Comentó la castaña mientras movía la sopa y con cansancio sostuvo el teléfono en la mano.

—¡También a Harry Styles pero ese no es el punto!—Se corrigió después de prácticamente gritar Harry Styles.

—¡MAMIIII, ME ATOREEE!—El grito retumbo por toda la casa haciendo suspirar a la castaña.

—Me tengo que ir, Chancho, Ale se quedó atorada de nuevo—Rodo los ojos mientras apagaba la estufa.

La carcajada de la rubia le hizo separar su oído del teléfono por el terrible ruido, se quitó el delantal mientras escuchaba reír a la polinesia.

—Ve a sacar a mi sobrina favorita de la lavadora—Volvio a carcajear.

—Es tu única sobrina, Dinah—Suspiro con gracia—Cuidate.

Sin llegar a escuchar la respuesta colgó y dejo el teléfono para ir a sacar a su revoltosa hija de la lavadora, dónde siempre se metía.

—¡Ale!, ¡¿Estás en la lavadora?!

—¡Mamiiiiii!

Para Camila eso fue un sí, así que subió al cuarto de lavado y se encontró a su pequeña hija atrapada en la lavadora, la cual afortunadamente estaba desconectada.

—¿Qué haces ahí, pequeña traviesa?—Cuestionó riendo mientras sacaba a su hija en posición fetal.

—¡E-es que... Troll me pel-perseguía!—Chillo abrazando el cuello de su madre mientras la ayudaba a salir.

—¿Y dónde está ese Troll igual de travieso que tú?—Le hizo cosquillas en el estómago mientras salían del cuarto del lavado.

Su hija reía a carcajadas mientras negaba rotundamente, su pelo castaño corto hasta el hombro se agitaba.

—¿No me quieres decir?, ohhh, mala Alex, muy mala, te debería castigar—Su hija negó mientras saltaba de sus brazos.

—¡No si me atrapas!—Le saco la lengua divertida antes de echarse a correr con risas mientras su madre la perseguían obviamente no tan rápido para dejarla ganar.

Las carcajadas de ambas se hicieron sonar por toda la casa por la persecución, la pequeña Alex minutos después fue atrapada en el aire cuando trató de lanzarse por las escaleras para ganar espacio.

DesaparecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora