Capítulo 6

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"Para Camila.

Lo que sucedio fue un error, Camila, y tu misma lo dijiste; esto jamás pasó, jamás nos acostamos, jamás nos conocimos, y por supuesto, yo no le fui infiel a quien sea con quién me case.

Ademas tampoco se si ese engendro es mío, esas estúpidas cartas de aquel engendro no son de mi interés, fuiste únicamente algo de una noche, fue un error, ¿por qué rayos no abortaste?, yo no dejare a mi esposa por ir contigo y un niño que ni siquiera es mío. Así que olvidame como yo lo había hecho contigo, ya no me mandes cartas.

L.J"

***

No sabía qué hacer.

Vió las paredes frías y vacías de su oficina de casa, cubrió su rostro con sus manos haciendo que el sonido del grito que soltó fuera reprimido por sus manos. Le habían dicho a Alex que ella era su madre, y la pequeña no reaccionó muy bien.

No había sido esa misma noche, estaba claro que no se lo dirían hasta días después. Camila le había pedido a la niña hablar y sin rodeos, debido al miedo y el estrés, le dijo que Lauren era su madre, la primera reacción de la castaña menor fue risa al no creerlo, pero al ver el rostro de la morena supo que era verdad, hubo sorpresa, luego la felicidad, sin embargo, después empezó a llorar, un llanto que no paró hasta que la niña quedó dormida.

Y eso había pasado hace 20 minutos exactamente.

—¡Alexa!—Le gritó a su secretaria, la cuál entro de inmediato a la oficina.

Alexa era muy amiga de Lauren, aunque habían crecido juntas, su amistad no era igual a las de Normani y Verónica, pero era igual de especial.

—¿Sí, Lauren?—Preguntó limpiándose la boca disimuladamente, pero al levantar su vista vio la imagen cansada y destrozada de su amiga—¡Se me larga a la casa de Camila!—Caminó molesta azotando su libreta sobresaltando a la ojiverde.

—Pero... Si Alex me ve y se pone pe...

El fuerte sonido de la mano de la castaña estrellandose contra la mejilla de la pelinegra resonó por toda la habitación, la ojiverde se sujeto la mejilla con sorpresa viendo al rostro de la castaña.

—¡¿Quién diría que esa ojiverde perra hoy en día esta escondiendo el rabo entre la cola?!—La agarró de los hombros atrayendola hacia ella—Irás a la casa de la persona quien te ha dejado dssvelando junto a esa personita que te hace sonreir como estúpida—Señaló con una mano la foto de su hija sonriente en su escritorio—Deja de esconderte, Lauren, somos mujeres ahora, y vas a luchar por tu familia.

La pelinegra asintió no muy convencida, seguía pensando en las consecuencias que podría pasar, y la vacilación lo noto Alexa.

—Lauren, cariño—Soltó un suspiro antes de caminar a un lado de la ojiverde—Tú sabes lo que me sucedió cuando eramos pequeñas—Se hinco tomando las manos de Lauren transmitiendole cariño—Tú sabes cuanto me hubiera gustado que mi padre hubiera aparecido, ¿recuerdas la noche que un día apareció?—La voz de Alexa se quebró, la ojiverde asintio con pesar—Te quedaste conmigo toda la noche después de que me enterara que el mejor amigo de mi madre, era mi padre, sabes demasiado bien... Cómo me hubiera gustado que él hubiera entrado a mi habitación para hablar conmigo, pero volvió a desaparecer...

Se limpió rápidamente la lagrima antes de mirar a los ojos a su amiga.

—Te quedaste viendo las primeras horas la puerta esperando que él entrara, y cuando supiste que no iba a entrar, lloraste a mi lado toda la noche—Murmuró la ojiverde imaginando esa situación pero ahora con su pequeña.

DesaparecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora