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Después de aquella semana llena de rompecabezas mentales y aventones, Miguel parecía estar más consiente de lo que le rodeaba y tan comunicativo como Hiro lo recordaba. Lo que sea que estuviese atormentando los pensamientos del músico había quedado resuelto, claro, el héroe no tenía ni idea de cuál era ese "asunto", solo pensaba que se trataba de la pequeña incógnita con su amigo Charlie.
Amigo el cual tuvo el honor de finalmente conocer en persona (y conciente). Enterándose de que no solo volvió a la escuela si no que sus padre sí se habían mudado a San Fransokyo como Miguel le comentó.
—Gracias por cuidar de Mike en lo que no estaba —Charlie palpó el hombro de Hiro.
—¿Cuidarlo? —Se hizo el desentendido, por qué ese era el principal objetivo de Hamada, pero nadie necesita saber eso.
—Procurar que no se pierda, llevándolo de aquí a allá y todo eso —Explicó con un ligero tono burlón —No sé qué habría sido de él, por su cuenta, allá afuera en la gran ciudad.
—Tu también vienes de un pueblito —Respondió Miguel en tono rencoroso.
—No fue ningún problema, se portó muy bien —Hiro continuó con la broma, riendo junto a Charlie.
—¿Para esto quería que se conocieran? ¿Para qué armaran un complot contra mi?
—Ay ya bebito —Su compañero lo abrazó por los hombros —Lo quería conocer para darle el visto bueno.
—¿Visto bueno? —El mayor miró a ambos, confundido.
—Sí, se ve que a Michael le agradas mucho, y solo quiero saber si eres lo suficientemente bueno para ser su... —Miguel le dio un codazo muy pobremente disimulado a Charlie —...Amigo —Terminó, disimulando igual de pobre lo "poco" que le dolió.
Hiro solo se echó a reír por las ocurrencias de aquel chico. Fácilmente pudo saber a lo que quería referirse realmente, también pasaba por el mismo martirio que Miguel sufría con sus respectivos compañeros heroicos. Solo que Rivera sí gusta de él, pero nadie necesita saber eso.
. . .
Un día en el que Miguel no se encontraba desayunando en el café, Hiro pasó su descanso junto a sus amigos... Pero no pudo disfrutarlo del todo.
—¿Y tú novio? —Cuestionó Gogo.
—No tengo novio —Respondió simple y siguió con su comida.
