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03 de Julio, 2021
Miguel iba en un autobús, viendo por la ventana y escuchando música. Al ver una familiar catedral, suspiró nostálgico, sabiendo que se encontraba de vuelta en casa. Después de un larguísimo semestre, llegaron las vacaciones y pudo visitar su querido pueblo.
Él, sus primos... y una maraña de pelos naranjas sobre su hombro.
Volteó a ver a su mejor amigo, Charlie, o como recientemente se le ocurrió llamarle "Carlos".
Todavía recuerda lo nervioso que estaba en su primer día en el semestre pasado, había mucha gente mayor, pues universitarios, duh. Miguel no se sentía como tal, se sentía como un niño, diminuto y perdido, pero no tardó mucho en encontrar a otro joven prodigio, quien demostraba seguridad sobre sí mismo y le ayudaba a desenvolverse con los demás.
El pelirrojo lo apoyó a acoplarse a aquel nuevo mundo. Fácilmente se volvió alguien de fiar, tanto así que lo invitó a pasar parte de sus vacaciones de verano con él en Santa Cecilia.
Al llegar al taller/museo/hogar Rivera, el estadounidense estaba maravillado con la calidez que desbordaba la familia de Miguel.
—Ok, familia, un momentito —Alzó la voz, tomando a Charlie de los hombros alejándolo de sus tías que no paraban de chulear sus ojos verdes —Dejen que se presente como es debido.
—Sí, bueno... —Habló el pelirrojo, nervioso por usar el poco español que había aprendido —Me llamo Charles Fitzgerald, pero también me pueden llamarme "Charlie", "Carlos" o "Carlitos", y n-no me siento cómodo que me llamen por... Uh... ¿"niña"?
Sonrió angustiado, la familia asintió atenta pero un poco confundida por el acento del muchacho y a lo que se refería.
—Disculpen, es que él... —Miguel quiso explicarles quien es Charlie, y los demás le veían expectante, pero el pelirrojo lo interrumpió.
—S-solo llámenme "Carlitos" —Aclaró tranquilo —Miguel me dijo que es costumbre llamar a los niños por nombre... ehm... ¿Diminuto?
—Diminutivo —Le apoyó su amigo y Charlie asintió.
Aquel intercambio de miradas entre los jóvenes pasó desapercibido para casi todos y la familia continuó con su bienvenida.
Continuaron elogiando a Carlitos, y el muchacho solo se dejaba hacer. Estaba encantado de que aquella familia le dijera "guapo", "bonito", "flaquito", "chamaco"... Ni en su propia familia lograba que todos se le dirijan a él como "él". Por eso quiso evitar mencionar que es transgénero, no quería que pensaran mucho en ello, solo que lo vieran como lo que es: Un chico.
. . .
05 de Junio, 2022
Tristemente, aquellos comentarios no fueron duraderos. Un año después y con Charlie devuelta pero con toda la familia consciente de que es transgenero, no faltaba uno que otro comentario desatinado por parte de los mayores. Excepto de Mamá Elena.
