Diferente [KatsuDeku]

Extra 1

Kirishima necesita novia

Bakugo estaba sentado en la sala común con un gran reguero de cartas a su alrededor, junto a él se encontraba Izuku, quién se encargaba de abrir cada uno de los sobres y entregarle las cartas a su novio.

Todos los miraban maravillados, sobre todo a Bakugo quien se veía tranquilo, con una pose relajada y lo más sorprendente de todo, ¡no fruncía su ceño! Izuku había hecho un milagro al mantener a raya el explosivo carácter de su alfa.

Una semana, solo una semana había bastado para que el malhumorado rubio se calmara, una semana en la que todos habían descubierto lo meloso que era, pero a su manera ruda y altanera, las caricias y besos robados a Izuku no hicieron falta en aquellos siete días, todos fueron de improviso, frente a quien fuera y en el momento que fuera.

¿Y el peliverde? Pues él no podía estar más feliz con la situación, incluso lo habían visto entrar a la cafetería pegado al brazo de Katsuki mirando a todos los omegas que solían tener los ojos puestos en el rubio, con una mirada engreída.

—Katsubro, ¿qué haces? —preguntó Kirishima acercándose a la pareja.

—Respondo cartas de omegas —contestó el rubio tomando la libreta que se encontraba a su lado junto al lapicero para empezar a escribir.

—¿¡Qué!? —exclamó el pelirrojo completamente sorprendido —. Midoriya, ¿estás de acuerdo con eso?

—Pues sí, le estoy ayudando —contestó el pecoso tranquilo mientras tomaba un sobre nuevo de una bolsa a su lado esperando a que el rubio terminara de escribir —. Kacchan le había pedido a su madre que le ayudara a encontrar un omega y ella pensó que sería romántico que hablara con varias chicas por correspondencia hasta que encontrara una que le interesara entre todas las candidatas.

—Lo que es una estupidez, no me gustan las mujeres —gruñó el rubio.

—Tu madre no lo sabía, tú eres poco comunicativo —dijo el peliverde recibiendo la carta para doblarla con delicadeza y ponerla dentro del sobre —. En fin, como obviamente ya no necesita conocer a otros omegas y porque su madre le pidió que fuera amable, se está disculpando con una carta para cada una de las chicas.

—Ya veo —comentó Eijiro más tranquilo.

—¿Nos ayudarías? Ven abre los sobres mientras yo acomodo las cartas de disculpa. —El peliverde no le dejó responder, solo tomó la mano de Kirishima y lo sentó en el sofá mientras él se levantaba —. Son las que están a tu lado, léele a Kacchan el nombre que se encuentra en el sobre antes de darle la carta.

Sin más el peliverde se sentó en el suelo al lado de la mesita de café para empezar a acomodar las cartas escritas por el rubio.

—Bueno pelo de mierda, ¿cuál es la siguiente? —Estuvieron en ello hasta el anochecer, los tres se encontraban cansados y aburridos, pero por lo menos solo faltaba una última carta.

—Esta es la última, Yoriko Hiroshi la escribió —dijo Kirishima antes de abrir el sobre, llevándose una sorpresa, lo había notado desde hace un buen rato, todas las cartas estaban impregnadas de feromonas omegas, lo cual le estaba molestando en la nariz, sin embargo, el delicioso aroma a lavanda que salía de la carta en su mano lo dejó paralizado.

Sin darse cuenta se encontró a sí mismo leyendo la carta, en ella la joven hablaba de sus gustos, de su personalidad, sus estudios y pasatiempos.

Era deportista, practicaba patinaje artístico, le gustaba comer comidas grasosas aunque su entrenadora se lo tenía prohibido, le encantaba salir a trotar temprano en la mañana porque le era agradable la brisa fresca que había a esas horas.

También gustaba de salir con sus amigos, jugar videojuegos y era una gran fanática de Crimson Riot.

El pelirrojo se rio mientras leía una anécdota de la chica de cuando era niña. Su hermana gemela le había escondido un peluche de Crimson Riot y ella no dejó que nadie en el salón se moviera hasta encontrarlo.

Kirishima, no se dio cuenta, pero hacía ya un tiempo que Bakugo y Midoriya se habían ido de la sala, llevándose consigo todas las cartas y dejándolo solo en el sofá.

Ya en la habitación del pecoso, este hizo una llamada a la madre de su novio.

—Buenas noches Mitsuki-san, la llamaba para informarle que el tiburón ha mordido el anzuelo, pedimos permiso para iniciar con la fase dos de la operación —dijo Izuku con seriedad, cosa que hizo a Katsuki negar en desacuerdo. ¿En serio le estaba siguiendo el juego a su madre?

—Permiso concedido Izuku-kun, inicia la fase dos de la operación Kirishima necesita novia —dijo la mujer al otro lado de la línea.

Por fin, después de una eternidad publique el primer extra, yo haciendo malabares para ir acabando las historias, eso me hace demorar.

Siempre fue algo pequeño, pero era para resolver la duda de lo que hizo Mitsuki para ayudar a Kirishima.

Espero que les gustara y perdonen la demora, ahora solo falta el extra de Izuku, espero no demorar tanto con ese.

No siendo más gracias por su apoyó, nos leemos en el siguiente extra o en otra de mis historias.

Los quiero.