Falofilia.《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿ

❦ʏᴏᴜ'ʀᴇ ꜱᴏ ꜱᴛʀᴏɴɢ, ꜱᴜɴɢɢɪᴇ❦

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Estaban a un par de pasos de la mesa, a unos metros del baño y, por primera vez, observa a Jisung hablando con tranquila efusividad, sin tartamudeos ni sonrojos.

Se veía sereno y relajado, incluso las tenues luces frívolas y alocadas del club le hacían contrastar su natural encanto masculino, realzando la belleza de sus duras facciones, pero al mismo tiempo viéndose tan tierno y dulce como siempre.

Ese niño lo estaba volviendo loco. Debía relajarse. Quizá esa chica ni siquiera significaba algo para Jisung... pero Minho no podía evitar querer ir hasta ella y abofetearla por meterse con lo que le pertenecía aunque realmente no le perteneciera. Pero él le había echado el ojo primero, así que se valía.

Tomó el trago que Changbin dejó en sus manos y se lo bebió en dos sorbos, llamando la atención de Bangchan.

— Minho, no bebas demasiado, Sooyoung se enojará si llegas demasiado ebrio a casa —le recuerda el pelinegro, logrando que un infantil quejido saliese por los labios de Minho.

— Sooyoung no me quiere en casa porque irán sus amigas —le explica a Bangchan, tomando el trago que solía ser de Changbin para empezar a bebérselo.

— ¿Y dónde planeas quedarte, genio? —le cuestiona San, palmeándole la espalda.

— Con Lix.

— Felix y Seungmin se irán a la casa de playa de los Kim después de que salgamos de aquí. Dudo que ellos quieran acompañante —le hace saber Jeongin, frunciendo el ceño.

— Entonces con Bangchan...

— Lo siento, Lix, yo me llevaré a Channie a llsan mañana a la madrugada. Mi madre quiere verlo —se excusa San, sonando apenado, pero alegre a la vez. Minho supo de inmediato que se debía a que su madre y su novio estarían juntos pronto y adoraba la buena relación que tenían.

— ¿Contigo...? —sugiere Minho por última vez dirigiéndose a Jeongin, quien niega con la cabeza algo apenado. Minho siente ganas de llorar— ¿Dónde mierda dormiré esta noche, entonces?

— ¿De qué hablas, hyung? —preguntó la voz de Jisung, quien recién llegaba nuevamente a la mesa.

— De nada —se apresura a decir Minho.

— Lino no tiene donde dormir esta noche —suelta San, con la intención de burlarse de Minho. Jisung lo mira compasivo.

— Si quieres... —Jisung comienza, pero Minho le interrumpe abruptamente.

— No importa, conseguiré un lugar —gruñe, levantándose del sillón de la mesa—. Iré por uno más de estos —dice entrecortadamente, tambaleándose hasta salir de la mesa y perderse en la multitud.