❦ʜᴀɴ ᴊɪꜱᴜɴɢ, ᴛʜᴇ ꜱᴀᴛʏʀ❦

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Jisung soltó un pequeño gemido cuando sintió, de nuevo, aquel roce en su entrepierna. No estaba seguro de lo que estaba pasando, pero tenía demasiado sueño, no quería abrir los ojos.

O al menos, así fue hasta que se distinguió un gemido más... Que no era suyo.

Abrió los ojos en el momento preciso que todos los recuerdos de la noche anterior se desbordaron en su mente como una avalancha. Se sobresaltó un poco, abriendo los ojos de golpe y encontrándose con la cabellera azabache de Minho recostada en su pecho cómodamente.

Movió las piernas un poco, notando de inmediato la razón de sus gemidos y los de Minho: ambos tenían las piernas enredadas con las del otro, por lo que era de esperarse que sus piernas quedasen juntas y frotándose constantemente entre sí.

No le tomó demasiado darse cuenta de que no podía moverse, pues los brazos de Minho estaban fuertemente aferrados alrededor de su cintura, dejándole inmóvil.

Cerró los ojos con fuerza, intentando plantearse una idea de lo que le diría a Minho y cómo este podría reaccionar ante la historia nada trágica que Jisung estaba deseando contarle, pues quería que Minho entendiese el porqué de su actitud de siempre y la de anoche.

No iba a ser algo fácil de contar, porque probablemente el mayor se reiría de él. Pero Minho le gustaba... y quería intentarlo con él. Por más de que eso le costase el autocontrol, deseaba que con Minho no fuese únicamente algo sexual.

Sintió un par de cosquillas en el cuello y miró hacia abajo, encontrándose con que Minho parecía estar despertando, pues se movía inquieto, por lo que su cabello cosquilleaba en el cuello de Jisung, quien no pudo reprimir sus impulsos y acarició sus cabellos delicadamente.

Minho paseó sus manos por el abdomen de Jisung, poniéndole nervioso.

— ¿H-Hyung?

Minho le miró en ese momento y Jisung temió que pudiese escuchar el inquieto y fuerte latido de su corazón, pues este se había agitado notablemente al ver la adorable cara de Minho recién despierto, con pequeños y hermosos ojos perezosos medio abiertos, sus labios exquisitos y rosas como siempre y sus cabellos apuntando en todas las direcciones, dándole una apariencia más que preciosa.

— Buenos días, Sunggie.. —Minho murmuró, trepó hasta quedar sobre Jisung y le beso la mejilla— ¿Cómo dormiste?

Jisung le miró, estupefacto. ¿Acaso había olvidado lo que sucedió en la madrugada? Era cierto que deseaba que Minho recordase cada minucioso detalle, como él lo hacía, pero, de cualquier modo, aún no sabía como lidiar con ello. Así que no tenía idea de que hacer o que decir.

— B-Bien... —se limito a responder, forzando una sonrisa— ¿Y tú, hyung?

Minho rio, sacudiendo sus hombros y confundiendo al menor.

— Hace un par de horas estabas: "Minho, me gusta el control", "Minho cállate", "Minho, eres muy inquieto", Minho, Minho, Minho... —se burló el mayor enarcando una ceja. Jisung enrojeció por completo. Minho apoyó sus manos en el pecho de Jisung y, en estas, su cara—.  Es un poco demasiado raro que ahora te dignes a recordar los honoríficos.

El menor se muerde el labio inferior. Debía admitir que se había estado armando de valor para contarle todo a Minho desde hace más de una semana, pero, justo en ese momento, ni una sola palabra era capaz de salir de su boca.

Falofilia.《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora