No me asustas ( TEEN WOLF Y TÚ)

Capítulo 35

Me levanté por la mañana en mi habitación y tras ducharme y arreglarme bajé para irme a clase, se me había hecho algo tarde por lo que no me daba tiempo a desayunar, salí del loft, me monte en el coche y fui directa a clase ya que Derek y Peter seguían dormidos.

(...)

Entre a la clase de la profesora Monroe y me senté junto a Stiles.

- Buenos días - me saludo.

- ¿Como está Brett? - susurré.

- Ni si quiera me vas a saludar - me miró gracioso.

- Stiles.

- Deaton dice que se pondrá bien - mientras escuchaba a Stiles noté un olor familiar, el mismo olor que había percibido el día anterior mientras estaba con Derek en el tronco.

- Stiles es Monroe.

- ¿Qué? - dijo confundido.

- Ella estaba hay cuando atacaron a Brett.

- ¿Estás segura?.

- Creo que sí.

- Chicos queréis callaros y prestar atención - nos regaño Monroe, nosotros simplemente miramos al frente.

- T/N, ¿qué vamos a hacer? - susurro de nuevo Stiles.

- Le voy a mandar un mensaje a Derek, en el bosque no solo reconocí un olor, fueron dos - susurré.

- Ya está bien, T/N siéntate en la mesa del fondo.

- Pero...- no pude terminar.

- O prefieres ir al despacho del director - al escuchar eso decidí hacerle caso y sentarme en la mesa del fondo, además de esa forma sería más fácil que no me viera mandarle a Derek el mensaje.

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*Lobito*

T/N: Derek ya sabemos quién está detrás de los sobrenaturales, es una profesora del instituto.

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Las dos horas siguientes terminaron, mientras iba de camino a la cafetería escuché un golpe en el vestuario de los chicos y decidí entrar ya que a esas horas no debería haber nadie allí.

- ¿Se puede saber qué hacer aquí? - pregunté al abrir la puerta y ver a Derek recogiendo todos los palos de lacrosse que había tirado.

- Estaba preocupado - dijo guardando el último palo de lacrosse.

- ¿Derek Hale está preocupando? - reí.

- Callate idiota - puso una media sonrisa que quito rápidamente - Viene  alguien -.

- Escóndete - le agarre de la mano y lo llevé detrás de la pared que separaba el vestuario de las duchas justo antes de que alguien entrara por la puerta.

- Si el chico se escapó fue por tu culpa, te dije que teníamos que ir detrás de él - escuché la voz de Monroe, asome un poco la cabeza con cuidado de que no me descubrieran y vi a Gerard, ese viejo asqueroso, como no me había dado cuenta antes de que él estaba metido en todo esto.

- Hoy iremos a por él, no se nos volverá a escapar - habló Gerard.

- ¿Qué hay de esa manada de la que me has hablado?, La del instituto - al escuchar a Monroe preguntar sobre nosotros apreté con fuerza la mano de Derek, la cual no había soltado.

- Por experiencia te diré que hay que ir con cuidado, esa manada es como una plaga, están por todas partes además no son nada fáciles de matar y menos ahora que cuentan con dos perros del infierno.