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La azabache sentía el viento pasar por su cabello causando que este volara en le aire, las gotas de agua comenzaron a caer del cielo mientras que ella aventaba el cuerpo del muchacho contra el piso causando que este soltando un gemido de dolor, Acalia gruño enojada y lo pateo junto con los demás mientras los observaba con indiferencia y odio

—Espero que esto les quede de recuerdo cuando quieran volver a tocar a una chica, estén seguros que vendré por ustedes y los volveré a hacer mierda— dijo ella acercándose a los cuatro chicos que estaban tirados en el suelo sangrando por la nariz y con varias heridas significativas en el cuerpo, ellos retrocedieron como pudieron asustados al verla tan cerca

—No seré tan benévola como hoy, hijos de puta. Espero que cada vez que se les ocurra siquiera respirar o decirle algo a una mujer, lo pensaran dos veces. —dijo ella agachándose para quedar a la altura de los muchachos quienes estaba entre asustado y enojados por haber sido masacrados por una mujer

—Nuestro líder vendrá y te jodera de diferentes formas pequeña perra— dijo uno de ellos con dificultad causando que Acalia torciera su sonrisa fastidiada por el comentario del castaño. Se levanto con rapidez para darle una patada en el rostro causando que varios de sus dientes salieran volando

—¡Eres una maldita perra!, recibirás toda la ira de Moebisu— dijo uno de ellos agarrando a su amigo y largándose del lugar con rapidez antes de que la chica pudiera hacerles algo

—¡Estaré esperando su estúpida pandilla, hijos de puta! — les grito ella causando que ellos corrieran más rápido al escucharla. La chica soltó una risa por lo bajo ya empapada por la lluvia, recogió su mochila del lugar donde la había tirado y se fue caminando dejando que sus botas resonaran por la solitaria calle.

Acalia recorrió las calles bajo la lluvia sin molestarle el estar mojándose para volver a su departamento, dejo escapar un leve suspiro cuando llego a este se quitó las botas y las dejo junto a la puerta de entrada, se despojó de la chaqueta y la falda que usaban habitualmente que estaban totalmente mojadas, se metió al baño y se dio una ducha caliente para después salir y tomar un café, viendo la televisión

Mañana comienzo la escuela, el transferirte de un pais a otro es bastante molesto

Pensó Acalia mientras se levantaba para ir al dormitorio y apagaba las luces, se aseguro que todo estuviera cerrado con llave dos veces ya que ahora fue amenazada por una pandilla y apenas llevaba un mes en Tokio, se esmeraría por volver antes de que anocheciera y cerraría con seguro las puertas y ventanas de su apartamento, por precaución, confiaba en sus habilidades, pero seguían siendo más fuerte que ella, aunque ella fuera ágil, no tendría oportunidad si se movieran en grandes números

El despertador sonó avisándole a Acalia que ya era hora de ir a su nueva escuela, pero este fue silenciado siendo estrellado contra la pared, la azabache volvió a dormir para levantarse faltando 30 minutos. Salto de la cama para dirigirse con prisa al baño, se ducho con rapidez y se cambio con la misma velocidad, soltó su cabello dejado que callera en cascada por su espalda y tomo su mochila junto con la chaqueta de la institución para correr por el pasillo de su edifico no sin antes asegurarse que la puerta quedara bien cerrada. Salió corriendo a todo lo que daban sus piernas para poder llegar a tiempo

Me lleva, primer día y ya la cague. Maldita manía de no querer despertarme— pensó viendo su reloj de muñeca viendo que solo tenia dos minutos para entrar o cerrarían la entrada y maldijo una vez más su existencia al ver que ya habían cerrado el instituto

Acá toco, a saltar el muro — dijo ella dirigiéndose a la parte trasera del instituto, lanzo su mochila junto a su chaqueta para dar unos pasa hacia atrás tomando distancia, paro al ver que era suficiente y agarro su cabello en una coleta, sacudió la cabeza para agarrar impulso y correr para sujetarce y saltar la pared sin problema alguno, aterrizo con gracia al lado de sus cosas para deshacer la coleta mientras agitaba su cabello de un lado a otro, se vio interrumpida al notar que algo o alguien le había quitado la luz del sol.

𝑍𝑖𝑡𝑡𝑖 𝑒 𝑏𝑜𝑢𝑛𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora