Un cuento antes de dormir

Cap.2 Yo quiero al tío Bob

A la mañana siguiente Bob se levantó temprano preparo hot cakes bañados en miel de Maple, un boul de frutas y jugo de naranja natural, un buen desayuno para despertar, fue a ver a Violet para que bajara a desayunar se vistiera y fuera a la escuela.

Violet:—Tio Bob, solo estaremos nosotros por el tiempo de vacaciones que van a estar papá y mamá?—

Tío Bob:—no cariño, trataré de hacer que Michael venga—

Violet:—yeiii Maiqui vendrá a casa!!—

La pequeña termino su desayuno y de la mano de su tío se dispuso a salir a su primaria, una vez llegó se despidieron y entro a sus clases con una gran sonrisa, de verdad disfrutaba estar con su tío Bob, a diferencia de su tío Clyte, el tío Bob era dulce y amable, además que siempre la protegía y de ves en cuando la consentia, además era muy bueno cocinando y no debía comer comida congelada o de restaurante como con su tío Clyte.

Tiffany:—hola Violet!! Cómo estás? Quien te trajo? No lo había visto antes—
Violet:—es mi tío Bob, casi no viene a vernos por qué mi mamá no se lleva muy bien con el, pero me encargo con el porque se fue de vacaciones—
Tiffany:—o ya veo, y tu tío Clyte?—
Violet:—creo que no pudo... Por mi mejor jajaja prefiero mil veces al tío Bob—
Tiffany:—eso no es muy amable Violet—

La pequeña Violet solo se encogió de hombros, realmente no se sentía cómoda con su tío Clyte, a sus 7 años de edad ella realmente prefería quedarse sola que con su tío Clyte. Mientras la pequeña Violet estaba en su escuela estudiando Bob debía hacer varias cosas, primero que nada fue a un doctor...

Doc. Freud:—me alegra verte hoy Bob—
Bob:—devia venir...— apretó firmemente sus puños con su piel aún siendo separada por esos guantes color café con un tono tan parecido a la piel humana —las marcas... Vuelven a dar comezón, fui al doctor pero insiste que no tengo nada malo—
Doc. Freud:—entiendo, tal ves deberías dejar de culpar te por las lágrimas de aquella niña— acomodo sus lentes y continuo hablando mientras lo veía, sentado mirando su mano que apretaban con cólera a sus guantes aún puestos —debes aceptarte Bob, y dejar de culpar te por lo que paso, estás haciendo lo que te pedí?—

Bob asintió en silencio sin dejar de jugar con sus manos, el doctor le comento que esto debía de ayudarlo a pensar mejor. Poco rato después hablando de lo mismo tuvo que retirarse, debía hacer compras para la casa. Se levantó y salió directo al súper colocando una menta en su boca, con la que jugaba en su lengua mientras compraba los víveres. Después de un rato volvió a la casa de su hermana y comenzó a limpiar, limpiaba todo arduamente como si tratará de borrar los rastros de un secreto que no quería que encontrarán.

Bob:—una camara?— era una videocamara color celeste que se encontraba en una maleta color Oxford— para que usaba una cámara?—

Tomo la cámara y escondió el resto de la maleta, cocino la comida y un postre de fresa, para luego salir de nuevo.

Secretaria:—Internado Spirit bird?—
Bob:—p-perdone la molestias, quisiera saber que información se necesita para retirar a un niño?—
Secretaria:—Para que sea temporalmente se necesita su identificación y el nombre del pequeño, de esta forma podrá llevárselo por uno o dos días, para darlo de baja se necesita su identificación, sus documentos como el acta de nacimiento y curp además de una carta firmada por los padres del pequeño—
Bob:—p-puedo pasar a hablar con el?—
Secretaria:—claro solo debe firmar el libro de visitas y decirme el nombre del niño que busca—
Bob:—M-Michael, Michael Bruckner—
Secretaria:—claro deje llamar a su maestra para ver si está disponible— tomo el teléfono y llamo a el salón 29 ,—quien es usted por cierto?—
Bob:— R-Robert Bruckner, soy su tío—
Secretaria:—bien, hola miss Jackeline, estará disponible el pequeño Michael Bruckner? Lo busca su tío Robert... Bien yo le digo— tapó un momento la bocina del teléfono mientras que se giró a hablarle a Robert —el pequeño está en la enfermería, está inconsciente pero si desea puede esperar hasta que se despierte— antes de que Robert le contestará escucho la voz de la maestra en el teléfono —bien lo llevaré con usted—