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You say i'm crazy, 'cause you don't think I know what you've done. But when you call me baby I know I'm not the only one.

El cumpleaños de Zayn había pasado una semana atrás, el moreno recuerda haber recibido regalos y felicitaciones todo el día de familiares y amigos, recuerda la pequeña e improvisada fiesta en su casa con sus padres y los de Liam, fue una hermosa y deliciosa tarta de chocolate el postre de la cena; así como recuerda a Liam llegando tarde y disculpándose por los pendientes en su trabajo... Para cuándo llegó la cena ya estaba fría. Recuerda la mirada amenazante que le lanzó su padre apenas lo vio entrar, porque para los Payne un cumpleaños era un suceso digno de celebrarse; olvidarlo era casi un pecado en aquella familia.

Ese cumpleaños Liam no le obsequió nada a Zayn, como siempre lo hacia, tampoco lo felicitó por la mañana antes de partir a la oficina o durante el día... Esa noche Zayn descubrió que Liam lo engañaba.

¡Vaya cumpleaños!

Eran las tres de la mañana y el ojimiel estaba acostado en la inmensa cama, el chico a su lado le daba la espalda y dormía profundamente, podía ponerse a llorar solo de aceptar que él nunca le dio la espalda al dormir porque por lo general dormían acurrucados. Dormían, pasado;

En ese momento no importaba que el castaño estuviera a su lado y le hubiese dicho un forzado te amo al llegar, porque Zayn sentía un vacío en su pecho y una inmensa tristeza desde unos meses atrás cuando lo sospechó por primera vez. Porque su esposo no era de esos hombres que olvidaba un cumpleaños o un aniversario, nunca ponía su trabajo por encima de la familia y nunca llegaba tarde a cenar. Nunca.

Las lágrimas resbalaban silenciosas por sus mejillas cuando el celular de Liam sonó muy bajo, iluminando la habitación apenas un poco. Había algo que le gritaba que no se levantara, que le pedía quedarse en su lugar porque podía lastimarse más, sin hacer mucho ruido se levantó de la cama ignorando a la vocecita en su cabeza y asomó la vista en el aparato dónde se leía un nuevo mensaje proveniente de un contacto llamando Ethan que escribía:

"Te extraño mucho, amor ❤️ ¿nos vemos mañana después del trabajo? Puedes decirle a tu esposito que tendrás una junta muuuuy larga de última hora 😜..."

El teléfono se apagó antes de que Zayn leyera el mensaje completo y sin querer creerlo volvió a acostarse en su lado de la cama para quedarse dormido mientras lloraba desconsoladamente. Liam no podía. Aún lo amaba, seguro que era un malentendido.

Pero no lo era y en el fondo lo sabía.

La mañana siguiente, mientras Zayn preparaba el desayuno, un adormilado Liam entró en la cocina con el teléfono en la mano mientras respondía un correo, la sonrisa en su rostro hizo que el corazón de Zayn se encogiera aún más dentro de él.

— ¿Por qué no salimos a cenar hoy? — el moreno rogaba porque dijera que sí, pero solamente recibió una puñalada más.

Llegaré tarde hoy... Una junta de última hora y la he programado al final de mi agenda — Zayn solamente asintió triste sintiéndose enfermo por dentro.

Liam no podía estar siéndole infiel.

El más alto tomó su saco y salió sin un beso de despedida y sin probar el desayuno; aquella mañana Zayn se sentó en el sofá color chocolate de la sala, aquel que él y Liam habían elegido juntos en la tienda de muebles después de casarse, ese mismo sofá que había visto maratones de películas, besos desenfrenados y noches de pasión entre la pareja... ese mismo que ahora veía a Zayn partirse en mil pedazos.

Zayn lloró como un bebé, grito muy fuerte lleno de dolor mientras caía de rodillas en la sala, su garganta se desgarraba en cada sollozo y las lágrimas le impedían respirar con tranquilidad. Toda su vida con Liam había sido una mentira.

Still Loving YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora