Niños corren alegremente por el basto territorio de Montecristo pero aún no saben lo que realmente paso hace más de veinte años, no tienen idea de como se ve el mundo tras los muros de su imponente hogar.
No saben que sus días de felicidad estan con...
—Te mataré, no te perdonaré por lo que hiciste, esta es el arma de mi padre, quiero que sientas el dolor que él sintió —dijo Su mientras desenfundaba una Magnum y apuntaba a una Lucy malherida que se desangraba, ella solo la miraba con pena, pero eso no importó, nada de eso porque para Su ella debía morir ahí y en ese momento.
Se escuchó en el caserío el sonido de un disparo, dos disparos, tres disparos, seis, nueve y luego un silencio tan aterrador que ni Fernando ni Isabell dijeron algo. Lucy se desplomó al borde del río por el que había escapado cuando apuñaló a Isabell, las aguas le susurraban algo, "ven, salta" escuchaba pero tenía las manos destruidas, no sentía las piernas y la falta de sangre casi le hacía desmayar, con su último esfuerzo se arrastró y llegó a la ribera del río.
—No escaparás otra vez, ahora morirás, ¡CÓMO TE ATREVES A MATAR A MI PADRE! —gritó Su mientras recargaba, luego —¡MUERE!
Otro disparo se escuchó, luego un grito desgarrador: "¡NOOOOOOOOOOO!", para cuando llegaron Fernando e Isabell Lucy ya no estaba sino su rastro de sangre que llegaba hasta el río y Su estaba de rodillas llorando amargamente.
—Fallé... ¡FALLÉ! —lloraba y gritaba mientras Fernando e Isabell se la llevaban a rastras.
—¡SUELTENME! mi padre está agonizando y ella está libre, no puede irse, ¡ella no! —se desmayó por la emoción y pena.
Cuando volvieron al cuarto todos estaban despiertos con sus armas en mano, dispuestos a matar al primer desgraciado que entre por esa puerta.
—Tranquilos... —dijo Fernando calmando a todos —Josué, encárgate de ella, debe descansar, se acabó todo chicos... Lucy está muerta.
Todos quedaron atónitos ante la noticia, cada uno se había preparado mentalmente para morir, y ahora que todo parecía haber terminado se desplomaron en el suelo, Su había liquidado a su maestra., tía y niñera ella había muerto después de haber atentado contra sus vidas y dejar "moribundo" a JD(falso por cierto). Pero la verdad estaba a medias;al amanecer, a unos cuantos kilómetros más allá del campo de visión de Montecristo estaban acampando varios hombres, mujeres y niños...
—¡Señor, hay un cuerpo flotando en el río! —dijo un hombre aterrado — ¡Y viene de Montecristo!
—¡NO PUEDE SER! —gritó Joaquín —¡¡¡es Lucy!!! ¡Saquenla de ahí!
La sacaron, su cuerpo más pálido que antes estaba inmóvil, tenía el cuerpo lleno de golpes, cortes y orificios por los que probablemente entraron balas, sus manos estaban destrozadas.
—¡GABRIEL! ¡GABRIEL! —gritaban Joaquín a punto de llorar —Lucy está aquí... ¡GABRIEL!
Pero Gabriel estaba lejos, en eso la boca de Lucy se abrió y ella susurró:
—Ellos... lo... lo lograron —y luego dio un respiro hondo, abrió los ojos, estiró los brazos hacia el cuello de Joaquín y murió...
Unas horas después del entierro de Lucy los miembros de TIME estaban tristes, lloraban; Gabriel y Antonio discutían con Alejandra y Brenda.
—¡Sabían que podría pasar esto! —decían las mujeres —Y lo permitieron, ahora ella está muerta por culpa de nuestros hijos... ¡LOS VOLVIERON ASESINOS!
Ni Gabriel ni Antonio dijeron palabra alguna, ellas tenían razón, siempre hubo la posibilidad de que Lucy muera durante la prueba pero ella sabía el riesgo y no dudó en tomarlo como propio, unas horas más tarde las puertas de Montecristo se abrieron de par en par y una gran caravana entró sin hacer ruido como solía hacerlo, los jóvenes les recibieron secamente, tenían que contarle a sus padres lo que había pasado, todos menos JD y Flor lo sabían. No podían entender cómo es que unos inocentes jóvenes habían acabado con la mujer que los crió, educó, y enseñó todo lo que ella sabía, pero no podían decir nada, pues ellos provocaron todo esto.
—Fuimos nosotros —dijeron Fernando e Isabell —ellos no tuvieron nada que ver, el plan era solo capturarla pero "ella" nos atacó en la noche mientras tomábamos la siesta —mintió.
Gabriel lo miró a los ojos con decepción, se negaba creer que su hijo era un asesino, algo le decía que no era cierto, quería creerlo, de todo corazón, lo mismo pasaba con Antonio, no quería aceptar como respuesta que su hija mató a su amiga.
—NO, yo lo hice —dijo Su, Flor se desplomó —Yo la maté, estaba harta, asustada de que mi padre muriera y que no había nada que se pudiera hacer —y apuntado hacia sus amigo — ellos solo se defendieron, fui yo quien le disparó, pensé que en verdad nos quería matar y por eso me adelanté.
Susan siguió contando mientras lloraba amargamente, Flor y JD solo guardaban silencio,estaban avergonzados de engañar a su hija, tristes porque esa noche hace unas horas estaban con Lucy, todo había pasado tan rápido. Después de que todo fuera aclarado, Gabriel contó todo el plan.
—Por eso Lucy los cazaba,la idea era de que ustedes la capturaran viva pero por su inexperiencia ella murió — dijo Gabriel — supongo que de igual forma superaron la prueba, Susan te comprendo... Hace años, antes de que todos ustedes existieran yo hice algo parecido a un conocido, ahora que todo ha pasado sus padres les contarán todo lo que pasó hace más de treinta años.
Ese mes se guardó un luto y encima de todas las placas que estaban en el muro se colocó una, más brillante que las otras, en ella se leía Luciana Herrera(muerta en combate); Josué acompañaba a Su todo el tiempo posible, ella se sentía culpable y su tristeza llegó a tal extremo de que no quiso comer, solo Josué la atendía, no quería saber nada de sus padres que le engañaron de esa forma. Al mes siguiente todo TIME y el resto de gente que llegó con ellos contaron su vida antes de Montecristo a sus descendientes, todos a excepción de una familia ya habían terminado de contar sus vidas, era la familia de Gabriel...
Un día gris, Gabriel llamó a Fernando:
—Hijo, puede que tu no lo sepas o tal vez Isabell y el resto de tus amigo ya te lo han contado, el pasado mío y de tu madre, pero esta es mi versión, la forma de contarte mi historia y cómo la viví esos veinte años antes de estar aquí, antes de que tú o cualquiera de las cosas que tienes existieran —dijo Gabriel mientras sacaba del cajón de su escritorio un sobre —ten, ábrelo cuando vayas a tu cuarto y leelo con tus hermanos.
Esa noche después de la cena los tres hermanos se reunieron en la habitación de Fernando, él sacó el sobre que estaba debajo de su almohada rompió el sobre y sobre la cama cayó un libro delgado, ellos vieron la portada, en ella se veía dibujada un muro detrás de este una ciudad y a su costado una montaña de basura y un perro escuálido, en el muro se podía leer: "CUARENTENA" Crónicas de un Mundo Oscuro...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
