| Capítulo Veintidós |

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FINN.

Sentía sus paredes contraerse cada vez más cuando aumentaba la velocidad de mis embestidas, sus caderas se movían rítmicamente justo a la par y sus gemidos eran música para mis oídos, aquello me hacia estar cada vez mas cerca del limite. Al tener la certeza de que estábamos a tan solo un paso, salí por un instante de ella, la observe fijamente por unos segundos -quería saber si estaba lista pero, acabe topandome con sus ojos... aquellos ya no eran precisamente de un color celeste, verdoso, ahora estaban mucho más oscuros y casi negros pero había un brillo en ellos que los hacia hermosos, más que hermosos los hacía perfectos. No pude evitar sonreirle por un segundo y entre en ella nuevamente, enterrandome por completo en su húmedo y caliente coño, llegando de esa manera a un perfecto orgasmo, haciendo que ella encorvara su cuerpo y arañara mi espalda ¡Maravilloso! le había gustado. Finalmente hundí mi rostro en el almohadón, plantando un beso en su mejilla con una sonrisa de satisfacción pegada a mi rostro, si hubiese tenido idea de lo bueno que sería todo esto, me hubiese ofrecido a enseñarle por iniciativa propia. No acostumbro en si a tener sexo, si no a follar a las chicas de manera bestial y debo admitir que de ahí mi experiencia, pero a pesar de su escaso conocimiento, esto había sido genial, su cuerpo era tan caliente y angelical a la misma vez que no hacia falta que fuera experta para poder hacerme disfrutar de este y de mas no esta añadir que contaría con mi manó todas las veces que he quedado realmente satisfecho y me estarían sobrando dedos incluso, pero haberme acostado con ______ sin duda alguna entra en la lista.

Retiré un poco la sabana para poder respirar y junté mi frente con la de ella observándola fijamente, su respiración aun se encontraba agitada y una hermosa y pequeña sonrisa permanecía en su rostro.

-Oye, _____ -dije acariciando su mejilla, luego de recobrar el aliento.

-¿Si? -preguntó con su voz todavía débil.

-Gracias.

-¿Por qué?

-Por dejarme ser el primero...-dicho esto, ella me dirigió una mirada llena de ternura, haciendo que mi corazón se detuviera por un segundo.

Entonces justo ahí, pude colocar mis pies nuevamente sobre la tierra, había acabado, después de esta noche la única razón por la cual me encontraría con ella seria para estudiar o hablar de idioteces, todo estaría volviendo a la normalidad, ella iría junto a Nosh y al final de la semana se acostaría con él, de eso trataba el plan y estaba bien, pero la verdad no quería que fuera así, lo menos que podía hacer para que esto durara un poco sería besarla una vez más.

Bajé la mirada hacia sus labios y por suerte ella hizo lo mismo ¡Perfecto! Iba a corresponderme, acerqué mis labios con lentitud para estar realmente seguro de que ella aceptaría y darle oportunidad de negarse pero no fue así, _____ entre cerró sus ojos y subió sus manos hacia mi cuello, giré mi rostro un poco hacia la izquierda e hice que nuestros labios se unieran, besándola con lentitud y delicadeza, no tenía intenciones de besarla eróticamente como para una segunda ronda, solo necesitaba hacerle saber que no quería que esto acabara. -Gracias a ti..-dijo al terminar dicho beso- por aceptar ser el primero y por enseñarme todo lo que debo saber, has sido un magnifico instructor, Finn - acarició tiernamente mi mejilla izquierda y me dedicó una hermosa sonrisa, joder y mil veces joder no podía aferrarme a ella.

-Fue un placer -correspondí a su sonrisa y me levanté para deshacerme del preservativo.

Mientras me dirigía hacia el baño de la habitación, podía sentir su mirada totalmente fija en mi, sonreí para mi mismo ante eso y sin decir nada entre al baño.

Luego de tirar el condón a la basura, lave mis manos, cepille mis dientes y me di una ducha fugaz, lo más rápido posible. Al estar de vuelta en la habitación, encontré a _____ fuera de la cama, enrollada en la sábana y al parecer buscando algo, tal vez su ropa, no dejaría que se fuera, se bien que mi trabajo con ella acabo pero tendría que estar drogado para dejarla ir teniendo la certeza que luego de esta noche... más nada pasará.

-¿Qué haces? -pregunté detrás de ella.

-Busco mi ropa -dijo.

-¿Para qué?

-No lo sé puede que para colocármela -respondió con ironía seguido de una risa- no me iré a casa desnuda joder ¿donde demonios esta mi brasier? -se preguntó a si misma.

-No vas a ningún lado -reí.

-¡Debo irme!

-No esta noche -coloqué mis manos en sus caderas.

-Finn...

-Oh vamos, ya lo hecho... hecho está -susurré a su oído, algo me daba la impresión de que eso la calentaba.

-No puedo quedarme.

-No puedes tener sexo y solo irte, eso es lo que no puedes hacer.

-Eso es lo que tu sueles hacer ¿no?

Touche.

-No, yo me voy a la mañana siguiente o... en la madrugada, es distinto.

No lo era.

-No, Finn, no lo es -rió.

-Vamos -insistí nuevamente, acercándola a mi.

-Buscaré mis cosas, me daré una ducha y me iré... entiende que Noah pasa por mi para ir a clases, no puedo quedarme, no aunque quisiera -retiró mis manos y junto sus cosas- ¿me prestas tu baño?

-Adelante -dije apartándome un poco resignado.

_____ me observó, soltó una pequeña risa y se acerco hacia mí.

-Finn el hecho de que no vaya a quedarme no quiere decir que no me haya gustado, si fuera por mi me quedaría y créeme que no con la idea de dormir precisamente -guiño haciendo que mi ceño fruncido desapareciera y siguió hacia el baño.

Entre cerro la puerta de este y lanzo la sabana que la cubría hacia la habitación, la tome lanzándola hacia la cama y me dedique a buscar la ropa que cargaba puesta para al menos acompañarla a casa, en ese momento logre escuchar el sonido de la regadera y la voz en mi cabeza diciéndome que fuera con ella, pero trate de ignorarme a mi mismo.

Exacto.

"Traté"de ignorarme.

Hice el intento...

Pues quedarme ahí de brazos cruzados como un idiota en definitiva no era una opción y si, tal vez este apunto de ganarme unos grandes insultos de su parte pero valdría la pena.

Tiré la camiseta nuevamente en donde se encontraba y caminé despacio hacia la puerta, esperando que no estuviese el seguro pasado pues de ser así mis planes se estarían viniendo abajo, coloqué mi mano en el pomo de la puerta esperando que en caso de que no estuviese cerrado, tampoco hiciera ruido al abrirse, al parecer la suerte estuvo de mi lado pues esta se abrió sin inconveniente alguno. Al estar dentro intenté cerrarla silenciosamente, los vidrios se encontraban totalmente empañados impidiéndome ver con nitidez su desnudez a través de las puertas deslizantes, retiré la toalla que cubría la parte inferior de mi cuerpo y procedí a caminar sigilosamente hacia la ducha mientras me advertía a mi mismo que no metiera la pata al tropezarme o provocar algún ruido. Estando finalmente frente a aquellas puertas de vidrio procedí a deslizar una de ellas con cautela, asome un poco mi vista encontrándome a _____ de espaldas -genial- desplace mi cuerpo a la ducha con cuidado y sin decir nada me acerque a ella, rodeando su cintura con mis manos provocando que esta diera un salto del susto y para impedir que hiciera preguntas o que incluso llegase a insultarme, la gire hacia mi audazmente procediendo a besarla de la manera mas frenética que me fue posible hacer, moviendo mis labios sobre los de ella, procurando besarla de una manera que no le fuera posible resistir, al principio no correspondio pues la tome por sorpresa pero luego fue siguiendo la corriente, fui acercandome juntando mi cuerpo cada vez más al de ella, mientras entraba junto a ella bajo la regadera, haciendo que las gotas de agua cayeran sobre ambos a la vez, sin duda alguna iria por una segunda ronda.

Asi tenga que rogarle.

𝐌𝐲 𝐒𝐞𝐱 𝐈𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐜𝐭𝐨𝐫  || Finn WolfhardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora