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Los espejos se emplean para verse la cara, el arte para verse el alma.
-George Bernard Shaw

Thor recibe otra llamada un Viernes a las cuatro de la tarde; a las cuatro con treinta ya está en la nueva escena del crimen: una casa aún más  grande y con el doble de empleados que, como siempre, no vieron ni escucharon nada hasta hace una hora cuando la ama de llaves llevó la comida al joven dueño y lo encontró desnudo, sin vida y tirado en el suelo de la habitación principal. 

Y sobre la cabecera de la cama, una pintura.

—Demasiado pronto hasta para él, hace apenas tres días que atacó. —sugiere Jane rehaciendo la misma rutina de ver, analizar, buscar y fingir que sus ojos expertos ven algo. —¿Qué crees que esté pasando? —le pregunta directamente a Thor pero éste no le responde porque ahora Loki ha sembrado una duda hacia su compañera. 

—Quiere comunicarse más rápido. —dice mientras teclea en su teléfono palabras claves que le vienen a la mente al ver la pintura: asesinato, policías, testigos. 
El resultado es The Menaced Assassin de René Magritte, pero al igual que con la de Leonardo, esta no es solo una réplica a base de sangre humana, es una nueva versión, una de acuerdo a los ojos de Loki. 
En la pintura original el asesino divaga mientras los detectives lo esperan para detenerlo, en la versión de Loki, es al revés; el asesino mira desde la ventana cómo es que  los policías creen que lo persiguen. —Es una burla. Está siendo sarcástico y su clara intención de ofensa y muestra de mayor inteligencia que el departamento de policía es tan claro como una mentira descubierta. 

—¿La mentira de quién? —pregunta Jane. 

—Esa es la pregunta correcta. —le devuelve Thor —¿Quién de todos está mintiendo ahora? 

—La víctima es Carlo Estevens, —dice el criminalista. —Treinta y tres años, hijo mayor de la familia Estevens. 

—¿La familia del caso anterior?— el hombre asiente. —Es el hijo de enmedio. Mismo método, le sacó sangre que usó para la pintura pero miren esto —señaló al costado del cadáver, justo en las costillas—son moretones que se le hicieron antes de morir.

—Como si lo hubiesen golpeado —completa Jane con Thor detrás de ella mirando los cardenales de tres colores que aún decoran la piel del joven. 

—Y con mucha fuerza. Vean esto, —los vuelve a guiar hacia los muslos en la entrepierna —el pene está en muy mal estado. A este sujeto lo mataron a golpes.

—Nuestro hombre jamás ha golpeado a sus víctimas. 

—Quizá no fue él —interrumpe Thor. —Piensa, Jane, la pintura anterior habla de alguien que es mentiroso, esta habla de…perdoname por lo que diré pero, habla de la policía no atrapando al asesino. Quizá, no fue nuestro hombre. 

—¿Un cómplice? —Thor niega —No, esto es demasiado personal, sobretodo con el pene…la mayoría de mis pacientes que han sido abusados han concordado en que, de tener la oportunidad de vengarse, lo primero que harían sería irse contra el órgano sexual de su agresor. 

—Espera, ¿estás insinuando que nuestra víctima era un violador?

—Tal vez. No lo sé, pero es probable. ¿Qué hay de las otras víctimas? 

—¿Qué con ellas? 

—¿Las investigaron? 

—Cuando se acordó que fueron víctimas de un asesino serial se detuvo una investigación más a fondo. No había relación entre ellas y solo se adoptó la sugerencia de que el asesino las había elegido por ser familias medianamente acomodadas. 

—Pues creo que es momento de investigar bien. 

—¿Tienes idea de lo que pasará si resulta que nuestro asesino solo mata a violadores? ¡Se volverá un santo! — dice la detective mientras se masajea el puente de la nariz y suspira cansada.—¿Cuál es tu opinión hasta el momento, Thor? 

—Tiene un propósito, es indudable, pero ciertamente no puedo deducir cuál o por qué. Tendría que hablar con él. 

—Si bueno, no creo que eso sea posible por ahora. —le responde y no le toma importancia al rostro culpable de su compañero que de haberlo estudiado un poco más, seguro notaría que de hecho, Thor Odinson había mantenido un acercamiento verbal con el autor de estos crímenes y comenzado a intentar descifrar las palabras "todo esto es para ti". 

Se siente un poco incómodo de pensar en que en algún momento, cuando todo el caso del "Asesino Artífice" finalice, él será acusado de ocultar información, pero la única condición de Loki para mantener un contacto más personal había sido mantener en secreto sus llamadas, condición que a Thor le pareció fácil de acceder.

—¡Detectives! —les habla otro de los oficiales presentes. —Hay algo aquí. —Los guía a través de un pasillo hasta la habitación contigua. —La cerradura fue forzada con un objeto pesado, un martillo probablemente. Es la única cerradura forzada, no hay rastros de que intentase abrir otras puertas. 

—Entonces sea lo que sea que buscaba estaba en este cuarto. —completa Jane y Thor asiente mientras ve cómo abren la puerta café dejando asomar la luz roja que ilumina el interior de la habitación. Lo que hay ahí dentro les eriza la piel y los deja sin aliento. No dicen nada pero mientras se adentran más ganas tienen de hacer preguntas. 

A Jane se le revuelve el estómago cuando llega a la pared final porque descubre que está tapizada de fotografías en blanco y negro que, en una forma de collage, forman el retrato de una niña pequeña. Las imágenes individuales sin embargo, son las mas dolorosas, son partes desmembradas de muchos otros niños, son rostros muertos de miedo, cuerpos inertes tirados en un piso sucio y lleno de algún líquido que supone es orina; orina nacida del mismo terror que otros niños en las fotografías tienen. 

—Jane—la llama Thor con una voz suave y quebradiza, él la espera al otro lado de una falsa pared de madera que divide el espacio. 

Jane acude al llamado bastante agradecida de tener un pretexto para ya no ver aquel collage macabro, pero lo que Thor la hace mirar es mil veces peor. 

Hay un estante excesivamente limpio con al menos cuarenta frascos de vidrio llenos de un líquido que el oficial forense llama "formaldehído"... y en cada frasco un par de ojos se mantienen en conserva. 

Parece la exhibición de un enfermo, de un demonio, de algo que ha perdido su humanidad o que de hecho, nunca la tuvo. 

—Dejaron una carta —dice el oficial entregando el sobre a Jane —para el doctor Odinson. 

Pertenecientes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora