¡Mirame solo a mi!

Una nueva amistad de color carmesí.

Parte 1

Mi cabeza me duele...

Mi cuerpo está completamente adormecido y mi vista es nublosa.

-¡¡¡Lo voy a llevar!!!

La voz de John resuena por toda mi cabeza, viendo así una mancha acercarse a mí.

-no te preocupes Matías, vas a estar bien.

Unas fuertes y firmes manos me sostiene y me toma, llevándome a algún lugar que no logro ver.

¿Quién es? ¿Por qué no puedo ver?

Mi cabeza está tambaleándose y mi cerebro comienza a impedir que piense.

-no te preocupes, es un simple golpe, no hay nada que preocuparse.

¿Por qué su voz esta entre cortada y ronca? ¿Acaso está llorando?

En ese momento mis sentidos se apagaron y en un santiamén perdí la conciencia.

-oye, oye... ¿estás bien?

De pronto a lo lejos escucho una tierna y muy femenina voz.

-No la molestes Nina. Acaba de tener un tropezón, déjalo descansar.

-pero...

¿Quiénes son las que están hablando?

Intento levantar la mirada, logrando observar una silueta de color blanco celestino delante de mí. Tapándome así de la gran y potente luz que hay en su alrededor.

-Oye Sam, creo que nuestro bello durmiente intenta despertarse.

-¿eh?

Mi vista comienza a recobrarse lentamente, hasta lograr ver que muy cerca de mi rostro, se encuentra el rostro de una chica. Un rostro fino y al parecer muy suave.

-cabello café y o-o-ojos cafés.

-¡Oh—!—Tapa su boca con su mano derecha—al parecer nuestro bello durmiente es todo un conquistador de personas.

-Nina no te acerques mucho a él, recién acaba de despertar.

Intento con todas mis fuerza levantar mis manos, pero el peso que siento en todo mi abrumado cuerpo, me impide hacerlo.

-Lo siento—Infla sus mejillas tiernamente— pero es que me da curiosidad, que un chico nuevo este en la enfermería, este primer día de clases.

-Si lo sé. Ya que casi nadie visita esta enfermería si no es para las revisiones médica.

-d-de que hablan...

Mi voz sale débilmente a flote, causando una gran emociona a la chica que está al lado mío, sentada en mi camilla.

-Oh—, acaba de hablar, señorita enfermera acaba de hablar.

-Déjalo, necesita descanso. Tuvo un gran golpe, déjalo que descanse lo estas incomodando.

La chica me observa sonriente.

-hola, mucho gusto alumno herido, mi nombre es Nina.

Asiento con la cabeza con todas mis fuerzas.

-m-mi n-n-nombre es-trago lentamente mi saliva—M-Matías.

El mareo comienza nuevamente apoderarse de mi cabeza.

-Oh...— Nina comienza a aplaudir cómicamente— así que tu nombre es Matías. Supongo que eres nuevo porque nuca te había visto— toma mi mano, sintiendo así una calidez muy comida— mucho gusto Matías, espero llevarme bien contigo.