¡Mirame solo a mi!

La primera vez que te conocí, en un charco carmesí.

Parte 1

Escuela San Felipe.

Una escuela privada de primer nivel, organizada por miembros de la Educación y formación de estudiantes del alto mando de Rusia.

Ahora me encuentro justo en la puerta de entrada a este maravilloso edificio de 5 plantas y un espectacular parque para reposar en los recesos.

-Este es mi sexto colegio a que asiste en toda mi secundaria.

Lanzo un pequeño suspiro, al ver como todos los estudiantes pasan sonrientes con un grupo de amigos.

-vamos de nuevo, a repetir lo típico en este último año—pongo mis manos dentro de los bolsillos de mi pantalón­—solo aguantar un año más, luego poder hacer mi vida como quiera.

Mi nombre es Matías Lorenzo Aguirre. Hijo mayor de la grandiosa familia Aguirre, que es dueña de la corporación STAN que ahora se hizo presente en este pequeño país. En estos momentos, esta empresa domina casi el 80% del país. Tengo 17 años de edad, mi cumpleaños es el 28 de noviembre, mi hobbies es jugar videojuegos, pero lamentablemente no puedo hacerlo, es que me trasladaron a principios de enero a la ciudad de Santa Cruz, para que terminara mi gestión.

-pasen por favor, ya va ser hora de que toque timbre.

-Bueno— el viento sopla fuerte, moviéndome del lugar donde me encuentro parado—creo que será un interesante último año.

Paso tranquilamente por la inspección de mochilas, y ahora me pongo de camino a entrar a una de las mejores escuelas de esta ciudad.

En la caminata, me puse a observar todos los alrededores.

Bellos árboles que tumbaban lindas flores rosas, una gran plaza con bancos realmente hermosos y bien cuidados, y en ellos se podían ver grupo charlando con una sonrisa en el rostro.

-Así que esta es la nueva escuela.

No dudo en reírme al ver el aura que desplegaba todo el lugar.

-Bueno —

Dejo de mirar los alrededores y me pongo nuevamente en camino, o eso es lo pensaba, ya que justamente cuando di un paso hacia delante, no me di cuenta que había alguien justo en frente de mí.

Y sin querer tropecé, cayendo mutuamente.

-¡¡¡¡Auch!!!

Una tierna voz logro resonar en mis oídos, dándome cuenta que con la persona con la que había tropezado era una mujer.

-Lo siento.

Abro mis ojos lentamente y noto que justo frente a mí, se encontraba una chica hermosa con los ojos cerrados y las manos raspadas.

-e-e-esto...

Una bella mujer...Su cabello café estaba desparramado por los suelos, sus labios rojos me prendían por completo, sus pestañas largas y curiosamente tenía un collar de cuello color negro, con una bonita figura de un gato negro colgado.

-No te preocupes.

Su uniforme estaba completamente sucio, ya que el lugar donde cayó, estaba lleno de tierra.

-Enserio­—­ me levanto rápidamente y extiendo mi mano para que se levantase— vamos, es mi culpa, así que por favor déjame ayudarte.

La chica abre lentamente sus ojos, viendo así su belleza por completo. Sus ojos eran color celeste claro, mezclado con un plomo hermoso.

-no te preocupes—­toma mi mano y la levanto lentamente—no me fije que estabas allí.

-no-muevo mi cabeza hacia los lados— yo era el chico que no se fijaba por donde caminaba.