Blood's Call Reload 2.0

Capítulo 3. Trabajo hasta sangrar.

Sonaban los pitidos de máquinas designadas para registrar los signos vitales, en aquella pequeña habitación donde Sephero vivía antes de comenzar su plan con la familia Moudi.

-Su venganza será difícil, después de todo en el ritual solo obtuvo la fuerza del Jörmundgander.- Decía Warren al tomar una muestra de sangre.

-Mi padre fue asesinado cuando trató de conseguir el de los otros dos sellos.– Decía Sephero con melancolía. –Los herederos de la sangre de Thor lograron su misión.

-Se acercó demasiado a ellos, aunque en la ceremonia pudiera conseguir su sangre, fue algo muy arriesgado.- Dijo Warren examinando ahora su ojo extraño. –Si obtienes el poder de los tres, serás imparable.

-Mi propósito es cumplir el sueño de mi padre.

-¿Es tu única meta en la vida?- Dijo Warren riéndose un poco de ella. -Con toda esa fuerza de los viejos dioses, el mundo caerá a tus pies y tú ¿Solo quieres venganza?

-La humanidad, el poder... Nada de eso me importa, nací con un propósito, mi padre me lo dio y estoy dispuesta a dar mi vida y la de quien sea para cumplirlo.

Warren volvió a reír, lo que empezó a incomodar a Sephero. –¿Qué harás cuando cumplas la venganza?

-Cuando nuestro señor el Jörmundgander reviva, nos bendecirá con el Ragnarok a todos sus siervos.- Dijo ella con un poco de frialdad.

-Yo quiero estar del lado del ganador, pero ¿Qué significa eso? ¿El mundo desaparecerá?

-Para los impíos sí, pero nosotros disfrutaremos del nuevo renacer...

-Un nuevo renacer...- Warren se quedó pensando mientras tomaba notas. -¿Has pensado en lo que ocurrió el día que tu padre murió?

-¿A qué te refieres?- Preguntó Sephero.

-Los tres primogénitos pelearon para obtener la bendición de Mjolnir para convertirse en la representación de Thor en el mundo, aun así cada uno está destinado a proteger al mundo de gente como tú.- Warren se levantó, le dio la espalda. –Tu padre murió ante ellos, tú no podrás vencerlos ni con la fuerza que tienes.

-¿A dónde quieres llegar?

-Usa la cabeza, no gastes tu energía peleando con ellos uno a uno.- Usando su dedo medio, levanto los lentes que llevaba. -Los Moudi y los Magni no se llevan para nada bien.

-¿Quieres decir que debo ponerlos uno contra el otro?- Preguntó Sephero dándole mucho peso a sus palabras, Warren se cruzó de brazos y asentó con la cabeza.

–Los Magni y los Moudi llevan años siendo rivales, compitiendo entre sí para obtener el martillo legendario que ha estado en posesión de los Magni desde hace tres generaciones.

-Ponerlos en contra, pero ¿cómo haría eso?

-Ellos son dos hombres y tu una mujer, piénsalo.

Ella recordaba las palabras de Warren quien había ganado su confianza, era lo que la mantenía centrada mientras limpiaba el piso de la enorme mansión, su ahora tutora la había "empleado" como parte de la servidumbre. Hincada en el piso para poder lustrar el lujoso mármol negro de la entrada a la casa usando una cubeta y una esponja, rechinaba los dientes al sentir el picor de sus manos cuarteadas al no estar acostumbrada a este tipo de trabajo. Escuchó detrás de ella la puerta abrirse y se detuvo a mirar quien era, un guardaespaldas le abría la puerta a una mujer rubia de cabello rizado, usaba lentes oscuros, y un grueso abrigo afelpado, sus pasos resonaban por las paredes debido a los altos tacones que usaba, Flugel no pudo evitar sostenerle la mirada, pues no estaba acostumbrada a bajarla ante nadie y eso molestó a la recién llegada. -¿Qué estás viendo?- Dijo la mujer que apropósito empujo la cubeta que Flugel usaba para limpiar, mojando el piso y las piernas de la chica.