Rebobinar

Capítulo 13

Capítulo 13

Me desperté con un fuerte dolor de cabeza y una profunda sensación de que algo andaba mal. Nunca negando mis instintos, hice una adaptación de mi rutina matutina habitual (Tatsuki me miró con ojos nublados, ofreciendo consejos sobre dónde encontrar cosas en su casa; nunca había sido una persona tan mañanera). Después de despedirme y agradecer a Tatsuki por aguantarme, hice una patrulla rápida, pero no sucedió nada fuera de lo común. Pasé el resto del día buscando una fuente en vano.

El día se estaba convirtiendo en noche cuando fui a casa de Kisuke. Si sucedía algo, el comerciante lo sabría. Llamé a la puerta y luego esperé, mirando al cielo.

El cielo que de repente estaba de lado. Después de una oleada inicial de vértigo, miré a mi izquierda.

"¿Me puedes advertir la próxima vez?"

El Viejo Zangetsu arqueó una ceja, notando mi aparente disgusto por ser arrastrado repentinamente a mi mundo interior. "¿Es éste un mal momento?"

"No, no, simplemente no me lo esperaba." Miré a mi alrededor y me di cuenta de que Hollow Zangetsu no estaba a la vista. "¿Dónde está tu mitad malvada?"

"Sabes que le molestaría esa descripción."

"Es exacto".

"A un punto."

Le di a Zangetsu una mirada seca. "¿Te estás burlando de mi?"

"Para nada. Creo que simplemente está aburrido. De cualquier manera, Ichigo, sentiste que algo era extraño antes, ¿no es así?"

"Lo hice. ¿Qué hay de eso?"

"¿No puedes oírlo?"

"¿Escuchar que?" ¿Por qué estaba siendo golpeado con un fuerte déjà vu?

El Viejo me miró fijamente durante unos buenos diez segundos antes de suspirar y darse la vuelta, su expresión estaba tan cargada de decepción que recordé cuando tenía cinco años y me metí en mi primera pelea, llevándole los moretones a casa a mamá. Inhalé, preparándome para preguntarle qué estaba provocando su irritación, cuando la comprensión me interrumpió.

"Muramasa," dije rotundamente. Zangetsu asintió.

"De hecho. Creo que está haciendo su movimiento en este mismo momento".

"Entonces ese sentimiento que tuve antes ..."

"Sin duda, cualquier perturbación que esté causando en la Sociedad de Almas se ha trasladado, aunque sea levemente, al Mundo de los Vivos".

"O mi detección de Reiatsu ha mejorado aún".

"Sin comentarios."

Fruncí el ceño. "No lo digas tan rápido. Sabes que ahora soy bueno en eso".

No parecía impresionado.

"... ¿Ichigo?"

Parpadeé. Kisuke estaba de pie frente a mí, las cejas dibujadas por la confusión, una mano todavía sostenía la puerta abierta. Se veía bastante desaliñado, pero, de nuevo, era tarde. Fruncí el ceño, murmurando en voz baja sobre el estúpido Zanpakutō y su estúpido sentido del tiempo. La expresión de Kisuke se volvió más confusa con cada palabra que pronunciaba. Después de otro segundo, el comerciante interrumpió.

"Está bien, está bien, Ichigo. No sé qué ha pasado durante tu día, pero no estoy exactamente calificado para lidiar con lo que sea—"

Suspiré, agitando una mano en el aire en un gesto vago. Kisuke se apagó, su expresión regresó a su habitual neutralidad mientras yo ordenaba mis pensamientos.