Letters You Never Sent - yutae

Capítulo 13: héroes.

Antes de salir para tomar su vuelo a Jeju el 3 de mayo, Johnny y Doyoung hicieron que Taeyong y Yuta deshicieran sus maletas en casa de Johnny para demostrar que no llevaban sus libros ni sus portátiles. Taeyong intentó colar un cuaderno en miniatura en un bolsillo secreto de su mochila, lo que, cuando Johnny lo descubrió, casi hizo que Doyoung se lo tirara en cara, pero él y Yuta consiguieron convencerles de que le dejaran llevarlo argumentando que la inspiración podría llegar en cualquier momento y que era mejor tener un cuaderno a mano, por si acaso, que verse obligado a recurrir a sus notas del iPhone.

"Este viaje es estrictamente de desintoxicación", dijo Doyoung, por tercera vez en el día, mientras los observaba hacer sus maletas. "Si escucho una sola palabra de alguno de ustedes pensando siquiera en intentar trabajar, pueden pagarse este viaje ustedes mismos".

"Tranquilo, lo entendemos", dijo Yuta, recogiendo una sudadera del espacio que habían despejado en el suelo del salón de Johnny y metiéndola de nuevo en su bolsa por encima de su cepillo de dientes y su peine.

"No estoy tan preocupado por ti, Yuta", dijo Doyoung, dirigiendo una mirada punzante a Taeyong, que estaba colocando una camiseta encima de una pila de otras camisetas.

"¿Qué, yo?", dijo Taeyong, cerrando la cremallera de su mochila.

"No te preocupes, Doyo", dijo Yuta, "le echaré un ojo". Gruñó mientras intentaba meter una botella de agua en su desbordante mochila.

"Oye Taeyong, antes de que se me olvide", dijo Johnny, "ve a buscar el papel con la información de la reserva".

"¿La información de la reserva?"

"Tiene toda mi información y el código de descuento de mi padre. No sé si te dejarán entrar en tu habitación sin él", dijo Johnny.

"Bien, ¿dónde está?"

"Está en mi habitación. Creo que está en el armario. Quizá en la estantería de la izquierda".

Taeyong se levantó, dejando su mochila en el suelo. "¿Te importa que revise tus cosas y lo busque?"

Johnny negó con la cabeza y dijo: "No. Yuta, ¿qué haces con mis Oreos?".

"Quizá no tengan Oreos en la isla de Jeju. Sólo estoy pensando en el futuro", dijo Yuta mientras Taeyong salía del salón para entrar en la habitación de Johnny.

El dormitorio estaba tan desordenado como siempre. Taeyong se abrió paso entre un montón de chaquetas y una pila de DVD de Hora de Aventuras hasta el armario de Johnny, que estaba entreabierto.

Encendió la luz delante del armario y dijo: "Maldición". El suelo estaba comparativamente ordenado, con sólo unas zapatillas de deporte y una bota de goma fuera de su sitio, pero las estanterías estaban en completo desorden. Sacó unos cuantos jirones de papel del desorden de una estantería de la izquierda y los hojeó: una factura de la luz del pasado agosto, una fotografía mal expuesta de Jaehyun en papel de impresora, un cupón caducado de sandías con las letras "ML" garabateadas en la esquina con rotulador rojo. Taeyong dejó que un suspiro hinchara sus mejillas. Si Johnny hubiera imprimido este papel hace semanas cuando había reservado la habitación, ya podría estar en cualquier sitio. Taeyong apretó los dientes y se sumergió en el caos.

Diez minutos más tarde, había rebuscado en todo lo que había en los tres últimos estantes y había descubierto algunas cosas que deseaba no haber hecho, entre ellas un calcetín cuyo talón estaba cubierto de una misteriosa sustancia verde. Taeyong oyó que Yuta le llamaba desde el salón. "No lo encuentro", le gritó mientras alcanzaba el estante superior y bajaba una pila de libros y papeles.

Johnny asomó la cabeza en la habitación y dijo: "Sin duda está en el armario. Creo que en un sobre", y volvió a desaparecer.

Taeyong siguió revolviendo. Un recorte de revista desgarrado sobre la sinestesia. Un grupo de seis o siete tarjetas fotográficas de Taeyeon con bandas de goma. Y, debajo de un panfleto para una obra de teatro que su instituto había montado en 2013, un amplio sobre de manila sellado y etiquetado como "Taeyong-Yuta" con la terrible letra de Johnny.