Deep Web [Markhyuck]

II

"Veo que no soy el único que quiere poseerte pero sí el único que te tendrá. "

Fascinación. A Mark le fascinaban cientos de cosas pero ninguna se comparaba a la gran y enferma fascinación que sintió cuando vio la cara aterrada del pelirrojo. Fácilmente podría calcular que el chiquillo no tenía más de quince o dieciséis, para ser sinceros era la edad perfecta según él. Le encantaban jóvenes, puros, inocentes. Quería destruirlo en cuanto lo vio por esa pantalla, destruir cada centímetro de su cuerpo y de su estabilidad mental. Quería arrancarle cada puta gota de inocencia que el chiquillo ese destilaba, anhelaba hacerlo llorar y verlo suplicar, claramente notó que solo era otro de esos adolescentes curiosos por entrar a la red oscura.

Una ronca carcajada salió de sus labios cuando vio esa carita llena de confusión y terror. Aterrado por él. Y bueno, así como llegó su risa también se fue así de rápido, su humor era tan confuso.

No quería que ese chiquillo se fuera tan rápido, quería ver esa cara aterrorizada un poco más.

-Mierda. Ni siquiera me dio tiempo de rastrear su puta ubicación, maldito chiquillo. -Habló Mark entre dientes, y pateó con fuerza la silla de madera en la que anteriormente estaba sentado.

-¿Por qué diablos pateas la silla, Mark? Sabes que salió costosa, es importada desde Francia. -Regañó Jisung revisando si la madera estaba en buen estado, soltó un suspiro de alivio y miró con confusión al hombre furioso. -¿A ti qué te pasa? ¿No ha salido bien el negocio?

-Me vale verga que sea importada, compra otra y ya cállate.

Park rodó los ojos con fastidio.

-Que vulgar, hombre.

-Cállate la puta boca, Jisung. No estoy de humor hoy. -Soltó bruscamente pateando de nuevo la silla "costosa".

-¡Joder hombre! ¿Qué te puso tan rabioso?

Mark suspiró resignado antes de dirigir su vista al chico fastidioso que estaba ahí.

-Es que un chiquillo me la ha jodido hoy, lo vi por la Web Cam ya que él no la tapó cuando ingresó a la Deep Web o al menos eso creo. -Dijo sirviéndose un poco del líquido de la botella amarga llamada Whisky. -Nadie sería tan estúpido como para dejar encendida la Web Cam y encima no taparla.

-Pues ese chiquillo sí. Yah, Mark. ¿Y por qué te ha puesto tan rabioso?

-El chiquillo cerró la PC o yo que sé, no me dio tiempo de rastrear la ubicación. -Tomó un largo trago del vaso de cristal antes de seguir hablando. -Quería que fuera mi juguete.

-Triste. Ahora déjate de mariconadas haciendo berrinches y pongámonos a trabajar, tenemos un político que decapitar.

Jisung soltó con diversión pero su expresión rápidamente se tornó aterrorizada.

-¡Mierda, hombre! ¡Con la silla no!

El sonido de la PC los hizo detenerse, Mark dirigió toda su atención a ella acercándose rápidamente.

-Vaya. vaya. Estoy de suerte. -Mencionó enderezando la silla de madera en el suelo, se sentó en esta y miró a Jisung con una sonrisa ensanchada. -El chiquillo está siendo ofrecido por una gran cantidad.

-¿Tan rápido? Bueno, venga, siempre has sido bueno con los negocios.

El tatuado asintió desde la PC sin prestarle atención, Jisung se acercó a él dispuesto a ver y tragó saliva cuando notó el precio.

¿2.57 millones de dólares? Mark Lee daría cinco millones si él quisiera, el dinero le sobraba por el culo.

-Ya lo tengo. Es todo mío ese cachorrito inocente. -Festejó el de hebras oscuras chocando los cinco con Jisung, su tétrica sonrisa se ensanchó nuevamente cuando la ubicación le llegó al PC. -Lee Donghyuck es de mi propiedad.

-Mark, tienes que ver esto ahora, mierda. -Dijo el menor pidiéndole que se acercara nuevamente, el otro obedeció mirando atentamente el monitor.

-Veo que no soy el único que quiere poseerte pero sí el único que te tendrá.

-Parece que no fuiste el único que vio la Web Cam de ese niño. Acá hay dos hombres quejándose de tu compra y al parecer tienen toda la intención de arrebatártela.

Mark tensó su mandíbula, no había pagado casi tres putos millones por nada. No dejaría que nadie le arrebate al chiquillo. Lee Donghyuck es su nuevo juguete, uno que salió demasiado caro.

-Que lo intenten. Les encantará conocer al demonio favorito del jodido satán. -Sonrió con arrogancia y Park se tensó al ver esos frívolos ojos marrones con ese destello sádico.

-¿Quieres que te mencione los nombres? -Cuestionó el menor evitando su escalofriante mirada.

-Dímelos.

-Na Jaemin y Lee Jeno. Hay otros dos por aquí pero no puedo ver sus nombres, por muy hacker que sea. Supongo que ellos tienen mejor habilidades.

-Los encontraré.

-¡Hyung, fue aterrador! -Reclamó el pelirrojo sintiendo sus ojitos cristalizarse por quinta vez desde que la clase comenzó.

-¡Todo es tu maldita culpa, Chenle!

Renjun golpeó en la cabeza a su compañero reclamándole por idiota.

-Yah, Donghyuckie. -Habló por primera vez Zhong llamando la atención del pequeñito que lloriqueaba. -¿Por qué no tapaste la Web Cam? Lo dice claramente el tutorial que te envié.

Oops.

-D-digo, el tutorial que viste. -Trató de corregir pero la mirada tensa de Renjun sobre él lo hizo sentirse cohibido. -Lo siento, Hyuck. Solo quería bromear.

-No vuelvas a abrir esa página, ¿está bien, cielo? -Ordenó el castaño revolviendo las hebras rojizas de aquel dulce chiquillo.

-¡Está bien, Renjun hyung! Pero... ¿Podría acompañarme en el receso y en la salida para esperar a Sungchan hyung?

Donghyuck los miró con sus ojitos llenos de miedo encogiendo el corazón de ambos mayores, Chenle se sintió mal por hacerle eso a alguien tan puro.

-Por supuesto, pequeño. ¿Pero por qué? Nada malo va a pasarte.

El pelirrojo dirigió toda su atención a Renjun y jugó con sus manos nerviosamente, era una manía que tenía.

-Es que... Esta mañana cuando salí de casa para venir al colegio... Yo sentí una mirada muy fea sobre mí.

Chenle perdió todos los colores de la cara comprendiendo la situación.

Alguien de la red oscura lo había visto.