IV

569 45 17
                                    

"Hay que temerle más a los vivos que a los muertos. "

-Entra a la casa ahora, Donghyuck

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Entra a la casa ahora, Donghyuck. -Le pidió Sungchan antes de lanzar la caja a la basura con enojo.

El pelirrojo obedeció inmediatamente asustado por la carta y por la hora en la que habían dejado esa caja. ¿Quién rayos vendría casi a las doce de la noche?

Mientras tanto Sung miró por los arbustos y por toda la calle fijándose si alguien seguía ahí, al no ver a nadie decidió entrar nuevamente a la casa cerrándola con seguro.

-¿Vas a explicarme lo que está sucediendo?

-Sungchan hyung... Yo no sé. Esta tarde yo quería una manzana de caramelo y un chico rubio se me acercó. -Dijo en voz baja terriblemente asustado por lo sucedido. -... Quería comprarme todas las manzanas pero no acepté.

-Dios, Donghyuck. No voy a dejarte solo, tienes a un jodido loco siguiéndote. Y tus padres ni siquiera están la mayor parte del día. -Reclamó enfadado paseándose de un lado a otro, le desesperaba que no hubiera nadie en la casa del menor. -Me quedaré todos los días hasta que tus padres lleguen.

-Estoy asustado... Hyung.

El mayor lo miró y solo por un segundo Donghyuck pensaba que era buena idea confesarle lo de la página en la que se metió.

-Calma, Hyuck. No dejaré que nada te suceda, hablaré con tus padres. ¿Está bien? -El castaño lo abrazó en un intento por calmarlo y le acarició los rojizos mechones.

Pero Donghyuck no contestó, estaba muy asustado. Ni siquiera se había dado cuenta de que ese chico rubio lo seguía, lo peor es que le dijo que vendría por él.

Y el pequeño pelirrojo lloró esa noche por haber entrado a esa página. Por otro lado, Chenle no podía dormir bien y todo era por el constante miedo. Y él claramente sabía por qué estaba tan aterrorizado. Donghyuck estaba destinado a tener un final cruel, a ser utilizado para el propio beneficio de los hijos de puta que estaban en la Deep Web, sabía perfectamente las torturas que eran capaces de hacer ahí.

Lo sabía perfectamente porque él también lo hacía.

Negando se levantó de inmediato de la cama y sacó toda la ropa de sus cajones encontrando lo que tanto quería: la pistola de protección.

-No dejaré que nada malo te suceda, Donghyuck. Es mi culpa, yo te metí en el infierno y lo justo es que te saque.

 Es mi culpa, yo te metí en el infierno y lo justo es que te saque

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Deep Web [Markhyuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora