La luz de la luna ©

9: ¿Enamorarme?

Lukas Williams

Hay momentos en donde me siento tan vulnerable, me siento totalmente solo. Lo acepto, tengo miedo a la soledad, tengo miedo a que todas las personas que quiero se vayan de mi vida. Nunca en mi vida han luchado por mí, nunca nadie se ha esforzado por tener una mínima amistad o relación conmigo, nadie me ha conocido realmente, nadie se ha quedado a mi lado. 

Para la sociedad, al saber que un hombre piensa eso es algo débil, es algo para mujeres, es algo raro saber que un hombre le tiene miedo a la soledad. Nadie en mi familia me ha conocido realmente, nadie se ha quedado conmigo, entonces ¿nadie se va a quedar a mi lado? 

Pensar en lo vulnerable que puedo llegar a ser me da escalofríos, me da miedo y me odio a mí mismo, porque no soy tan fuerte como los demás piensan, no soy un verdadero hombre.

Esos pensamientos a veces surgen en mi mente, no me gusta pensar eso, pero solo pasa. Solo... ya no quiero que esos pensamientos sigan en mi cabeza.

Abro mis ojos lentamente y lo primero que veo es un cielo completamente azul, nubes de color blanco, los grandes edificios, los carros pasando y pasando, algunas personas caminando en las calles, los grandes árboles. 

Me encuentro afuera de mi balcón, en mis piernas se encuentra mi laptop, enfrente de mi hay una pequeña mesa de madera, sobre ella se encuentran algunas notas, libretas y libros sobre mi especialidad. Estoy estudiando, si, sé que dije que los que estudian son los que dudan de su conocimiento y claro que yo no dudo, pero no hay ningún problema estudiar solo un poco. 

Sin embargo, sobre estudiar es muy raro en mí, pero me puse a reflexionar y me di cuenta de que hay pocas probabilidades de pasar sin estudiar, así que me dio inseguridad y me puse a estudiar.

Ja.

Tengo veintiuno. Oficialmente soy legal en todo el mundo. No quiero crecer para ser sincero, ser adulto significa tener más responsabilidades, más trabajo, más tareas, muchas cosas más. Sólo en imaginar mi futuro me causa pereza y me da un dolor de cabeza. Quisiera huir de eso.

La Universidad, en donde voy es costosa, son para los niños de papá. 

Tu eres uno de esos.

Quisiera.

A mis papás no les importó en absoluto, solo que sea una buena Universidad. Mis papás les sobra dinero, así que no tienen de que preocuparse.

Lulú tiene diecisiete años, estudia en una preparatoria en línea. 

¿Porque se mudó conmigo? Fácil de contestar, porque mis papás trabajan 24/7, no tienen tiempo para las demás personas y la mayoría de los días Lulú se encuentra sola. A ella no le gusta estar sola, dice que es aburrido y triste, por eso se vino conmigo en New York.

La única persona que se encontraba con nosotros en una grande y solitaria casa era nuestra Nana, ella nos cuidaba. En pocas palabras, ella nos vio crecer, nos atendió y nos cuidó más que nuestros propios padres, casi nunca se encontraban en casa, ellos se la pasaban trabajando.

¿Para qué quieren hijos, si no van a ponerles atención? Ridículos.

Tranquilo, por favor.

Tengo razón, para traen al mundo unos hijos que, no les van a poner atención, no van a cuidarlos.

Ya no digo nada porque luego me enojo y me salgo de mis casillas. 

Estoy estudiando Medicina, mi papá quiso que estudiara sobre Administración de empresas. Desde un principio decidí que no iba hacer como mi papá, yo no quiero como ser el, no quiero seguir sus pasos, solo no quiero. Por otro lado, no me gusta eso, no le encuentro sentido, no soy muy bueno en las matemáticas, no soy bueno para esa carrera. Él me ha dicho que quiere que sus hijos se metan más en el negocio familiar, quieren que sus hijos sean el futuro de su empresa.