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Como verán aun no tengo ni portada. Así que esto quedará para finales de marzo, espero, o inicios de abril chico@s.

Así que les dejo con este adelanto:

- Vamos a escaparnos, otro día en este infierno y me enfermo -mandó Lumira.

- Pero Lu, no podemos... ¿A dónde iremos? -preguntó Charlotte.

- Cualquier cosa yo voy con ustedes -se autoinvitó la pequeña Miriam.

- No, porque no nos iremos -le aclaró Charlotte-. Vamos Lu, sabes bien que no tenemos a donde ir.

- El otro día de paseo vi un lugar raro, donde va gente rara, y vamos a ir allá... Siento que debemos de ir allá -dijo Lumira.

- Sólo tú, Lumira Siri Black, se mete en lugares extraños con gente extraña -puntuó Charlotte.

- Y solo vos, Charlotte Lily Potter, se preocupa tanto -le devolvió Lumira-. Anda, vamos, no te hagas la santa... No, Miriam no puedes venir eres menor. Tienes diez.

Después de pensar un rato Charlotte siguió a Lumira, era su amiga en crímenes y nunca la dejaría hacer una locura sola, eran mejores amigas y hasta hermanas. Ambas tachadas como: las raras del orfanato. Les tenían miedo, la pequeña Miriam no porque le gustaba todo lo extraño y creía en la magia. Hace ya varios días que las dos amigas tenían sueños muy interesantes. Por ejemplo: Charlotte no paraba de hablar que cada vez que dormía veía a una pelirroja sonriéndole y jugando con ella junto con otro bebé, o en un mago muy alto de larga barba con un palito de madera apuntándoles con eso. En cambio Lumira soñaba con un señor muy parecido a ella, en un funeral y a veces viendo fotos de una mujer muy guapa.

- ¿No serán nuestros padres? -preguntó de repente Charlotte y Lumira se giró mirándola como si estuviera loca-. Yo soy casi pelirroja, tengo ojos avellanas y da la casualidad que las personas que aparecen repetidamente en mis sueños tienen esas características.

Su amiga se paró en seco frunciendo su ceño, a pesar de tan solo tener once años era inteligentes. Crecer en un lugar como este lo hacia.

- Tal vez... -susurró Lumira encogiéndose de hombros y luego su energía anterior volvió-. Vamos, que la loca después nos...

- ¡Hey fenómenos! -las llamó la "simpática" señora Phelps-. Un señor las espera en el despacho. Andando, ya saben es de mala educación dejar esperando a mayores y para agregar -las miró amenazante-: nada de hacer sus cosas raras. ¿Entendido?

- Por supuesto Cruela Devil -murmuró Charlotte y Lumira le sonrió en signo de aprobación.

Ambas al entrar al despacho vieron a un señor alto con una larga barba plateada. Entonces las dos chicas abrieron sus ojos sorprendidas, ya la habían visto antes. La señora Phelps salió para dejarlas con el señor a las dos pequeñas.

- Buenos días chicas, soy Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore -y les sonrío-. Director de su nueva escuela.

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Estoy en clases ya, así que verán lo difícil que será subir.

Hoy no fui al colegio, tenía que pasar al medico hoy y al nutrisionista. Porque ya saben, los desórdenes alimenticios.

No es para causar pena.

Charlotte y LumiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora