capítulo 3

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Tomar las riendas de la empresa...
Y de mí vida...

Ya graduada y con honores, clarissa había tomado posesión de la empresa de su padre, ya que éste fue diagnósticado con una enfermedad cardíaca y debía guardar reposo, de éso había pasado un año, y la enfermera que cuidaba a su padre, una señora de unos 48 años, hermosa, y soltera, se había enamorado de él y su padre igual de ella, habian formalizado la relación y para clarissa éso era más que hermoso, que su padre fuera feliz y que tuviera a alguien que lo amara, así ella podía manejar la empresa con mayor tranquilidad y confianza.
Clarissa cambió muchísimo, tanto física como mentalmente, se volvió una hermosa mujer, segura de sí misma, atlética, elegante, buena administradora y  muy madura, ya su corazón lo sentía en paz.

No volvió a preguntar por lucas, trató de guardar sus emociones y sentimientos por él, en baúl de recuerdos, aunque duró mucho tiempo sintiendo rencor en su corazón por la forma en que la sacó de su vida, y dejó olvidadas sus promesas de regresar por ella.

Una tarde que se dirigió a casa de su padre a visitarlo, puesto que clarissa se mudo a un apartamento sencillo pero muy bien ubicado cerca a la empresa y además económico, siendo su primera acción de independencia, y de paso darle privacidad a su padre y a su nueva compañera, iba en su automóvil cuando vio nuevos inquilinos en la casa que era de la familia de lucas, ella miró de reojo y no pudo evitar escapar un suspiro, recordando levemente a su amor perdido.

En todos esos años, clarissa se concentró sólo en su estudio, tuvo y larga lista de pretendientes y admiradores, se convirtió en una bella y despampanante mujer, su cuerpo realmente cambió, pero su esencia, siguió intacta y ningún hombre podía ocupar el lugar de su caramelo, ella Pedía a todos los ángeles que la ayudaran a olvidar a lucas, después de todo él la había olvidado.

(...)

Para lucas 4 años han sido una eternidad, todos los duros momentos que ha tenido que vivir, desde el primer momento que tuvo que dejar a su bombón de fresa su corazón se comprimio en una agonía, sólo pudo soportar un año sin tenerla, abrazarla, llenar sus regordetas y delicadas mejillas de besos, su delicioso olor, sus caricias, sus largas charlas y monólogos sin sentido, su hermosa sonrisa, extrañaba demasiado a su clarissa, y cómo un cobarde la alejó de su vida sin darle ninguna explicación, era lo mejor, eso creía lucas, su padre lo hizo entrenar fuertemente día y noche, y su cambio fue muy notable, ya no era aquel chico flacucho y débil, ahora era un monumento de musculos y tatuajes, pero en corazón sigue siendo ése joven tierno y cariñoso, pero sólo para su bombón de fresa, ante los demás era un militar fuerte e imponente que nada lo asusta, de hecho es él quien da miedo con su aura de badboy.

En ésos años, tuvo muchas aventuras de una noche, pero con ninguna sintió o hizo lo mismo que su primera vez con su clarissa adorada, él quería haberle sido fiel, pero es hombre después de todo, y sus necesidades no las pudo reprimir más, dos años guardó fidelidad a su novia, pero sólo eran revolcones de una noche, con protección y nada de besos, caricias o sexo oral, no se sentía capaz de hacer lo que creía que era sólo para su mujer, su bombón de fresa. En los tres años que no volvió a contactar a clarissa, fueron muy duros para lucas, su padre lo envió a Afganistán, ya que se especializó en fuerzas antiterroristas, y cuando supo la noticia de su traslado, no tuvo la valentía de decirle a su novia de su misión, era un rescate muy peligroso y el rehén que debian sacar de ese país era un importante miembro del gobierno estadounidense y por tal razón debían guardar sumo cuidado y mantener en secreto la misión, y decirle a su bombón que iba a un país peligroso y en guerra era casi informarle que tal vez no regresaría con vida, y no quería volver a repetir ver sus hermosos ojos verdes llorar por su culpa.
Tal vez fue un egoísta pero prefería que clarissa lo olvidara, aunque todas las noches en la base en medio del silencio del desierto sus pensamientos eran hacía ella, trataba de no pensar que tal vez ya tenía a alguien más, o si ya se había entregado a otro hombre, sus sentimientos posesivos y de celos lo mantenían irritado y con un humor de mil demonios, ése fue también uno de los motivos que lo hicieron caer con otras mujeres, pero el se prometía a sí mismo que volvería y ella sería suya nuevamente, sin importar si tuviera a otro, él se iba a encargar de alejarlos de la vida de su gordita hermosa, su bombón de fresa, porque ella era suya.

Un Amor De Verdad... (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora