Un Amor De Verdad... (Terminada)

capítulo 4

Regresé por tí...

La misión de rescate había sido un gran éxito para el escuadrón de lucas, fue muy delicado y peligroso el proceso y para cada uno de los integrantes del equipo, había sido la oportunidad de darse de baja o continuar en las fuerzas militares,  fueron 2 años de estrategias, espionajes e infiltraciones que lograron salir casi ilesos de la misión, lucas por su parte decidió que ya era hora, ya no podía esperar más, su corazón y su mente ya no eran las Mismas, fue demasiada sangre y muertes derramadas, no podía seguir con esa vida, se dio de baja y aún así recibió honores por las misiones exitosas y la lealtad a su país, su padre ya se retiraba de la carrera militar y aceptó orgulloso la decisión de su hijo, sabía que para lucas había sido muy difícil entrenar y estudiar al tiempo y así había culminado su carrera y era un honor tener cómo hijo a un joven tan fuerte y dedicado.

En el fondo el padre de lucas sabía que él aún amaba a clarissa y esos años siempre estuvo en contacto con su amigo el padre la joven, sabía de sus logros y éxitos, al igual de la triste enfermedad cardíaca que lo hizo retirar de su empresa, y también supo que ahora era clarissa la presidente y propietaria de la misma, y supo que la joven rellenita, seguía esperando a su hijo, o éso creía el padre de clarissa al contarle la vida de su hija durante esos años.

(...)

Lucas llegó ése día en que vio pasar un auto y estacionarse en la casa de clarissa, desde la ventana lograba ver que una espectacular mujer que bajaba del vehículo muy elegante y sensual, y sentía raro su cuerpo y su corazón al desear ésa mujer, él era sólo para su bombón no podía fijarse en nadie más, ya tenía una meta y era conquistar a clarissa, hacerla suya y cumplir los sueños que un día juraron, suspirando, vio cuando la hermosa rubia entraba a la casa, no le importó quién era no lograba distinguir el rostro de la mujer, así que le restó importancia, él sólo quería ver la hora de llegada de su bombón. Todo el día durante el proceso de descargar las cosas de la casa, estuvo muy pendiente de la llegada de su bombón de fresa, ya quería salir a abrazarla, besar cada parte de enorme y delicioso cuerpo, comprobó en cuanto llegó a su ciudad natal que no la  había dejado de amar, a su adorada novia, y sabía muy bien que era lo que tenía que hacer para pedir perdón y volver a enamorarla, su gordita bella era sólo para él, era su dueño, de su alma, su corazón,  su hermoso y voluminoso cuerpo, de esos carnosos labios que saboreo cientos de veces, y de esos intensos ojos verdes, amaba a su bombón y la iba a recuperar cueste lo que cueste.