ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 4

1.6K 152 287
                                    

Ambos recibieron un buen castigo por embriagarse, obviamente sus superiores no se quedarían con los brazos cruzados. Ese no sería el mejor día para salir

Después de 24 horas de sufrimiento, el siguiente día llegó. Rengoku esperaba a Tomioka en la puerta de la escuela
Pero el pelinegro no iba solo, iba acompañado por la linda pero molesta Shinobu y por Obanai, quien estaba molesto con los otros dos chicos por haberlo dejado solo el día anterior
Pero no le tomaron mucha importancia y fueron a encontrarse como si los hubiesen separado por años

— ¡Tomioka! — Gritó Rengoku a su amigo con los brazos alzados

— ¡Rengoku! — El otro también alzó los brazos y corrió en dirección al rubio

— ¡También te golpearon en el ojo! — Mencionó Rengoku emocionado

— ¡Si! ¡No creerás cuánto me duele! — Ambos rieron tomándose de las manos y dando pequeños saltos de emoción

— Vaya, vaya, ¿Por qué los dos faltaron ayer? Sospechoso... Muy sospechoso — Dijo Shinobu dudando, bien sabía que esos dos tenían algo especial pero ninguno de ellos admitía su "bromance"

— Malditos, ayer me dejaron solo y Sanemi me fue a molestar — Obanai también interfiriò entre ellos molesto

— Ah, Obanai, es que despertamos en la banca de un parque — Rengoku intentó explicarle al otro sobre lo que había sucedido la noche anterior

— Eso es lo que veo — Dijo Shinobu mirando su celular, al fin mostró una noticia dónde se veían a esos dos aún dormidos — Joder... Que buen trasero tienes Tomioka — cómo era de esperarse, eso fue lo que vió primero al ver la imagen

— Que envidia... — Dijo Obanai también mirando la imagen

— ¿Enserio miras mejor eso que preguntarte cómo llegamos ahí? —

— ¡Cierto! ¿Cómo llegaron ahí? — Preguntó Shinobu como si aquello no le importara mucho

— Pues digamos que... Tomioka me llevó a un bar con una pinta extraña como sus bebidas — Dijo Rengoku riendo

— Solo un idiota iría a un lugar así — Obanai sabía perfectamente que él peor error de una persona era entrar en un lugar como ese

— Parece que se divierten — Una voz conocida se escuchó llegar

— Sanemi... ¿Que haces aquí? — Preguntó Obanai como si estuviera preparado para pelear

— Vine a hablar contigo, ayer me evitaste todo el día... Pagarás por hacerme perder ni tiempo... — El albino se acercaba a Obanai apretando los puños, pero al momento este mismo dejó de tocar el piso

— Vaya, vaya, Shinasugawa, así nunca llegarás a conquistar a alguien — Al fin el otro chico más alto habló

— ¡Tengen, bájame ahora! — Sanemi simplemente se retorcía como gusano en el aire, la fuerza y altura de su compañero era increíble

— Se nota que tú no sabes nada de amor... — Dijo el más alto soltando un corto suspiro

— ¿Y tú qué sabes? ¡Tienes tres novias y además te gusta un niño de primaria! ¿¡Estás enfermo!? —

— ¿¡C-como sabes!? ¡Se supone que eso nadie lo sabía! —

— Uzui... Creí que lo que decía Shinasugawa era broma... — Dijo Shinobu preocupada, ya que su hermana menor también estaba en primaria

— ¡Mi hermano también está en esa primaria! ¡No te atrevas a tocarlo o cortaré ese hermoso y extravagante cabello tuyo que tanto amas! — Sanemi también reclamó por aquello, aunque no le agradara se preocupaba por su hermano

Olor a Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora