ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 2

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Una vez las clases terminaron, llegó la hora del almuerzo, como prometieron Tomioka y Rengoku le permitieron a Obanai comer con ellos

- Oi Tomioka, ¿Quieres ir a ver los videojuegos más tarde? - Preguntó Rengoku mientras comía

- No tengo dinero - Contestó este sin mucho interés

- Entonces yo invito -

- Cuenta conmigo -

- ¿Esto es lo que hacen todos los días? - Preguntó Obanai quien quedaba como mal tercio con los otros dos

- Si, es como una rutina, los lunes les quitamos los juegos a unos niños del parque, los martes salimos a comprar o comer algo, los miércoles Tomioka va a comer a mi casa, los jueves yo voy a comer a la suya con su abuelo y los viernes es día libre así que no hacemos absolutamente nada - Mencionó aquello Rengoku como si fuera algo de toda la vida

- Wow... Que organizados, yo apenas tengo tiempo para salir con Sanemi -

- ¿Y que hacen ustedes dos? Especialmente en los salones abandonados - Tomioka estaba seguro de una cosa, no iban ahí para hablar

- Se suponía que eso era entre Sanemi y yo... -

- Pues a mi Sanemi no me habla -
Dijo Tomioka mirando sospechosamente a Rengoku

- ¿Que me ves? - Preguntó Rengoku a Tomioka al ver que lo miraba

- Lo bien que te hizo tu mamá - Dijo Tomioka mordiéndose el labio

- Hey, aquí está Obanai... - Habló en voz baja

- ¿Y eso que? -

- No me han dicho como saben lo de Sanemi y yo... Tomioka dijo que Sanemi no le habla así que... Rengoku... - Obanai miró a Rengoku de una manera intimidante

- Bueno... Puede que haya pasado por ahí... Los ví... ¿Reforzando la amistad? -

- ¿Que viste exactamente? -

- Solo unos besos por ahí por haya -

- No puedo creer que vieras eso... Que vergüenza -

- ¿Estamos hablando de los besos verdad? - Preguntó Tomioka pensando otra cosa

- ¿Estamos hablando de eso? - Dudó Obanai al pensar en los "otros besos"

- ¿De que estamos hablando? - Preguntó también Rengoku quien se estaba comiendo la comida de Tomioka

- ¡Oye! No te comas mi comida, tu trajiste la tuya - Tomioka le arrebató la pequeña caja de la comida

- Lo siento, es que es muy buena -

- Dime Obanai, ¿Que son exactamente tu y Sanemi? - Preguntó Tomioka curioso

- ¿Que somos...? - Se quedó callado por unos segundos - No lo sé... Cuando le confesé mis sentimientos el... -

- ¿Cómo? Creí que había algo entre tú y Kanjori - Dijo Rengoku confundido

- Si... Es solo que no se cómo ni por qué empecé a sentir algo por Sanemi, fui sincero con Mitsuri y ella lo entendió... Es tan buena persona -

- Lo sé, cuando olvidé mi lápiz ella partió el suyo a la mitad y me dió una... Es algo que jamás olvidaré - Mencionó Tomioka con algunas lágrimas en sus ojos

- A mí el primer día me ayudó a encontrar el salón... Debo pagarle algo a cambio - Dijo también Rengoku, los tres chicos sabían que no merecían una compañera como ella

- Saben... Sanemi no es malo... Yo sé que muy en el fondo es buena persona, solo que no le gusta que vean sus debilidades -

- Debió ser una trágica historia de origen... - Dijo Rengoku rompiendo la seriedad

Olor a Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora