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Itachi y Hinata se encontraban descansando en uno de los cuartos de una posada que encontraron en un pueblo cercano. Ambos estaban tumbados en la cama mirando hacia el techo mientras conversaban de todo un poco, cuándo el tocó el tema de que Kakashi seguramente estaba buscándolos, la ojiperla lo abrazó y se aferró a su pecho —No quiero que nada malo te pase Itachi, yo te amo—, el besó su cabeza azulada y sonrió mientras la apretaba junto a él.
—Yo también te amo mi niña, pero...—
—¿Pero que?—
El Uchiha se enderezó para quedar recargado en el respaldo mientras miraba la pared frente a ellos —Te estas olvidando de quien soy y lo que hice con mi familia—
Hinata se sentó a su lado y al percatarse de las lágrimas que emanaban de los ojos negros, ella lo abrazó tiernamente por la cabeza y lo acurrucó junto a su pecho —No te dejaron opción Itachi—
El negó con la cabeza mientras rompía en llanto —No tengo justificación Hinata y nunca he buscado tener una, yo soy el único culpable de todo el dolor y el mundo oscuro de mi hermano, yo no he vivido en paz un solo minuto desde esa noche—
—Mi amor...—
Itachi cubrió su rostro con las manos y como un niño, lloro en los brazos de la ojiperla —Yo no voy a morir en paz hasta que pague por lo que hice, por todo el daño que cause y no creo que mi muerte sea suficiente para compensarlo todo—
—Po... Porfavor no hables así, si algo te pasa a ti, yo... Yo quedaría sola, mi... Nuestro hijo... ¿Que seria de él?—
Itachi la tomó por el rostro y pegó su frente con la suya —Hinata, prometeme algo—
—¿Que cosa?—
—Serás muy fuerte y protegeras a nuestro hijo de todo y contra todos. También quiero que mi hijo nunca se entere de lo que hice, no quiero que...—
Hinata rompió en llanto y se apartó de él —Los dos cuidaremos de este hijo, tu estarás a su lado y...—
—Te juro que eso quisiera pero no te niegues a la realidad Hinata, tarde o temprano voy a tener que pagar por todo y te pido que porfavor no interfieras, ya lo hiciste una vez y aunque hacerte mi mujer y enamorarme de ti ha sido lo mejor de mi vida, la realidad es que esta felicidad no la merezco—. Hinata miraba por la ventana mientras tocaba si abultado vientre —Debes de ser feliz con Sasuke, el te ama Hinata y solo confío en el para cuidar de ti y nuestro hijo—
Hinata ya no dijo nada y tras un largo rato en silencio , el Uchiha decidió salir un momento. Cuando caminaba por los alrededores de la posada se encontró con kisame que lo miraba sin atreverse a hablar, hasta que el pelinegro rompió el silencio —¿Que pasa?—
—Escuche la conversación que tuviste con Hinata—
Itachi se sentó a la orilla de una fuente junto con su amigo —¿También intentarás hacerme cbiar de opinión?—
