𝐌𝐢 𝐔𝐥𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐏𝐞́𝐭𝐚𝐥𝐨 | 𝐃𝐮𝐱𝐢𝐧𝐨

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El sol baja de a poco, el prado se vuelve multicolor, las flores se mueven con el viento, mi pelo también, me quito el cubreboca negro y suelto un suspiro, me siento tranquilo y en paz, hasta que llegas tú y alborotas todos mis sentimientos, más sigo feliz, ocultando todo rastro de aquellos sentimientos prohibidos, traes contigo dos malteadas y estas desesperado por irte, parándome con la mirada, moviendo el pie en desesperación, te quieres mover de este lugar lo más rápido posible y creo que lo entiendo, la chica de ojos claros que tanto te gusta ha querido salir contigo y ¿Cómo le dirías que no a la persona que te trae loco?

Me termino de parar mientras me sacudo el pantalón, recibiendo la malteada que te pedí, aprovecho y toco tu suave mano pero no lo notas, simplemente pasas de largo de mi, sacas tu teléfono y avanzas, yo avanzo atrás de ti, con la cabeza gacha sorbiendo la malteada de fresa, con mis ojos llenándose de las molestas lágrimas que tontamente trato de quitar.

Que molesto es este sentimiento, ser ignorado por ti, el querer sentir que soy especial para ti, día tras día, pero... No, solo pasas de largo de mi, me miras como si no estuviera, como si no fuera nada.

-Hey amigo ¿Todo bien? es raro que estés tan callado -"Amigo", "Amigo" agh cómo odio con toda mi vida esa palabra

Rápidamente cambio mi cara y te contesto con el cubreboca puesto nuevamente -Claro que estoy bien ¿Por qué preguntas? -Camino más rápido y te logro alcanzar caminando a tu lado

-Me pareció verte triste, raro, cómo cuando vas a llorar -...- ¿No ibas a llorar no? ¿No ha pasado nada no?

-PFFF, claro que no -Suelto una risa amarga, pero no lo notas, claro que iba a llorar pero no te lo diré -¿Por quien me tomas?

-Por ti, de hecho -sueltas una de tus tan características risitas, esas risitas que me revuelven el estómago de una forma bonita -Eres un llorón

-No soy un llorón -Reclamo ofendido -creo

Mi respuesta sólo te hace reír más fuerte, y te detienes frente a la casa en la que vivimos, ¿En que momento llegamos?, me parece tan surrealista, el tiempo que transcurre cuando estoy contigo no tiene valor, me haces sentir especial, eres como una droga buena para mi.

¿Soy un enfermo por sentir esto? ¿Soy un raro que siente atracción y amor por su mejor amigo? No quiero ser un bicho raro por eso, y que te enteres y que dejes de ser mi amigo, y confidente, la razón de mis días mis sonrisas tontas y perdidas.

Odiaría perderte...

Enserio lo odiaría...

Cuando entramos a la casa y estamos subiendo las escaleras me preguntas algo, más no logro entenderte

-¿Disculpa qué?

-Ni siquiera me estas escuchando, vaya amigo, te pregunte que debo de ponerme

-Puedes ponerte cualquier cosa, con todo te ves bien - te me quedas viendo extraño cuando ya estamos llegando al segundo piso -A...Aparte sabes no tengo n...ni i..idea de moda -Oculto mi nerviosismo y sonrojo con el cubreboca, he hablado sin pensar, que estúpido he sido.

-Primero, ¿Aquino eres gay? y segundo ya vi, ni sé para que pregunté

Debo de decir que aquel comentario me dolió, se que no lo haces con mala intención pero a veces dañas mi corazón de muchas maneras. ¡Tu más que nadie sabe que soy gay!, Que te veo con otros ojos, pero solo lo ignoras y lo olvidas. Te metes a tu recámara para cambiarte, yo entro a la mía cerrando la puerta con seguro, me tiro a la cama, grito con frustración en la almohada que ha callado muchos sonidos y entre ellos mis constantes llantos en la madrugada, que ha callado mi dolor de esas frías noches.

Estoy llorando de nuevo, abrazando el peluche que me regalaste el día de mi cumpleaños porque la chica de tus sueños no te lo aceptó, sintiendo unos deseos intensos de gritar, de decirte las cosas a la cara....

Pero no quiero ser el raro y perder lo que tenemos

Tocas a mi puerta -Aquino ya me voy no creo llegar temprano adiós

Me limpio las lágrimas y cambio mi rota voz por una alegre -¡Está bien, diviértete (?), no olviden usar protección.!

-Oh claro que la usaremos -Sueltas una risa sarcástica y golpeas la puerta con la mano como cada vez que te vas, asustándome, hay un momento de silencio y escucho la puerta principal cerrarse, me quedo sentando con la vaga idea y esperanza de que sí lo harás, de que regresarás y volveremos a pasar el tiempo juntos, más no regresas, pasan los minutos y solo escucho mi respiración, salgo del cuarto y bajo las escaleras yéndome a sentar en la barra, viendo la puerta fijamente, tomando la malteada de hace ya rato, caliente por el tiempo que se quedó afuera, y el teléfono a un lado.

Quiero seguir llorando, pero ya no tengo lágrimas, ya no me queda nada a dentro, veo la puerta y no dejo de mirarla por un buen rato, ¿Cuánto pasa que me quedo ahí, como un tonto esperanzado?, ¿Media hora?, hasta que el teléfono suena, haz subido una foto tuya besando a esa chica, lo has logrado.

-Realmente lo haz logrado -Digo al aire mientras veo para arriba sintiendo mis ojos picar.

Y mi garganta comienza a doler, el pecho me punza y siento el sabor metálico de la sangre en mi boca, busco desesperadamente aire que me comienza a hacer falta, la tos se apodera de mi y escupo la sangre, corro al baño de mi habitación tratando de no tropezar con los escalones más no creo que llegue, la punzada en el pecho se hace más fuerte y me obliga a hincarme tosiendo, sintiendo algo en mi garganta, hasta que vomito algo que entre tanta sangre logro ver, aquello me obstruía la respiración una flor, una lila, y de repente se me quitan las fuerzas y me desplomo en el frío suelo del corredor, escuchando la puerta abrirse y pasos apresurados, ¿Qué me acaba de pasar? me pregunto antes de caer desmayado por completo con un sentimiento pesado en el pecho y un dolor en el corazón, y la luna entrando por la ventana, alumbrando mi dolor y desesperanza.