𝐌𝐢 𝐔𝐥𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐏𝐞́𝐭𝐚𝐥𝐨 | 𝐃𝐮𝐱𝐢𝐧𝐨

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(N.A: Nunca hagan lo que nuestro protagonista y sus amigos hacen en este viaje si valoran su vida y si no me vale 3 hectáreas no lo hagan por favor es peligroso).

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Desde que salimos de la casa, he sentido una ligera molestia en mi parte trasera, es algo incómodo, pero es aguantable, sinceramente esta molestia es rara, y el sentimiento de vacío que crece en mi interior lo es aún más, es decir, me encuentro en un auto, con mis mejores amigos a bordo, siendo el copiloto de mi amor platónico, cantando De música ligera a todo pulmón, con el aire en la cara y la emoción de años guardada por fin liberada, con las emociones a tope, viviendo en momento y la felicidad que me da estar con los chicos, las bobadas y las risas... Y esto sólo me hace preguntarme otra vez lo mismo “¿Y es que acaso yo no importo?”

Es extraño mi pensar, es extraño, ¿Porqué yo? ¿Porqué debo de ser yo quien se muera por ti? ¿Por qué soy yo el de la maldita mala suerte? ¿El extraño? Mi cara muestra una mueca, canto bajo, y suelto un quejido, Duxo ha pasado por un bache, cosa que me hace doler más, el ambiente no cambia, el aura sigue siendo feliz, mis pensamientos no pueden arruinar esto, yo no puedo arruinar esto, regresaré a cuando no sentía nada por tí, regresaré cuando todos éramos felices sin mentiras y viviré, viviré lo más posible feliz. 

-Aquino... ¿Te sientes bien? -Susurras mientras le subes más a la radio para que no escuchen -Te veo algo decaído

-Estoy bien -Igual susurro, pero de una pequeña forma tajante, estoy enojado aunque no lo parezca, y más que enojado contigo, decepcionado conmigo mismo porque me deje de nuevo, me volví a dejar llevar por el corazón y me volví a entregar a ti -Sólo que me duele un poco, ya sabes -Medio sonrío y tu cara cambia, te muestras arrepentido, y me pides disculpas, y entiendo, sólo fueron las hormonas, solo fue algo que no debe de tomar importancia ¿No?.

-Yo... perdón por eso, estaba pensando con la cabeza caliente -Ríes por el chiste que ya haz formulado en tu cabeza, te conozco tanto para saber en que estabas pensando cuando lo dijiste -Siento que fui  muy brusco y te he lastimado... creo que... 

-¿Qué...? -Tras el silencio que dejas te pregunto nuevamente con una ceja alzada pero tu respuesta oculta algo, algo que verdaderamente me da intriga y esperanza de que no soy el único enfermo aquí.

-No nada solo perdón

-Te perdono -Lastimosamente siempre te perdono, aprietas mi muslo en modo de consolación y hasta ahí queda nuestra interacción yo solo me quedo callado. 

Asientes y aceleras, pues habías dejado de hacerlo, las canciones en la radio van cambiando, los gritos de los chicos resuenan por el aire, y se pierden a la lejanía -MARIGUANICEN LA LEGALIGUANA - Grita Daarick asomando la cabeza por la ventana detrás de ti sacándonos unas buenas carcajadas y la risa más linda y honesta que te he escuchado en mi vida.

Duxo... Te maldigo por todo lo que me haces sentir.

Las risas continúan y me siento más vivo que nunca , y la verdad  es la mejor sensación de la vida, es algo que contrasta con el vacío que se apodera de mi, estoy feliz, mi felicidad no es una fachada esta vez, soy feliz... Y  cuando soy feliz cosas malas pasan, pero esta vez espero que no, porque estoy contigo y los chicos y yo...

"Yo creo que... ya extrañaba esto" pienso y saco la mano por la ventana disfrutando, haciendo olas con esta, viendo los frutales y las cosechas pasar como manchas de colores claros que huelen delicioso, la carretera está vacía casi nadie pasa por este hermoso paisaje, y así disfrutando saco la cabeza, siendo golpeado directamente por el aire y una que otra hoja, para sacar medio cuerpo, seguido de los otros dos chicos quienes me copian, los pájaros se escuchan a la distancia, y el cielo se torna de naranja, tonos rosados y un poco de morado, colores que me encantan, que me hacen sentir feliz, que me recuerdan a nuestra amistad.