El manual del buen esposo

Vida Marital

— Naruto…— lo llamo Sakura en voz baja intentando despertarlo sin exaltarlo.

— ¿Umm? ¿Sakura-chan? Perdón me quede dormido— se disculpo sintiéndose un poco desubicado y desorientado, pero, al ver por la ventana pudo calcular que hora era.

El rubio se había dormido en el sofá de la sala de la Sakura, debido a que él día anterior, Naruto, Shikamaru y Sai habían tenido que revisar todos los puntos de seguridad de la aldea ya que un shinobi renegado había ingresado a Konoha que tenía como misión extraer documentos del archivo anbu.

El joven shinobi supuso que, debido al movimiento de los últimos días ocasionado por la boda del "Héroe de la cuarta guerra ninja", podría entrar y salir sin que nadie se diera cuenta, pero el pobre chico subestimo totalmente el nivel de los shinobis de Konoha. Apenas había pasado los treinta metros, cuando cuatro Anbus lo amagaron con brutalidad.

El incidente había sido pequeño, pero, Kakashi no permitiría que otra persona siquiera intentará pensar en entrar a Konoha sin autorización. Demasiadas personas importantes asistirían a la ceremonia, por lo que la seguridad debía de ser impecable.

Por su lado, Naruto preocupado por la situación pidió personalmente a Kakashi, el poder hacer las inspecciones para poder estar más tranquilo, y, así ocupar su mente en otra cosa para que los nervios no le hicieran entrar en un ataque de ansiedad.

— No te preocupes, ayer fue un día muy agitado. Cuando vi que te quedaste dormido no quise despertarte— contesto la ojiverde dándole un poco de té.

— Si, me sentía muy cansado, ni siquiera me di cuenta cuando me quede dormido.

— Cuando Ino y yo salimos de la cocina, escuchamos tus ronquidos. Ino casi se pone a reír al ver como dormías.

El rubio sonrió un poco apenado imaginando a la rubia — Gracias Sakura-chan, te cause problemas.

— ¡Por supuesto que no!—Le regañó mientras le revolvía el cabello — Pero, ahora ve a tu casa y báñate. Shikamaru me dijo que pasaría por ti a las nueve de la mañana— le dijo dándole la nota que el Nara había dejado para él.

— Gra… gracias Sakura-chan— contesto intentando no ahogarse con el emparedado que había tomado de la mesa.

Sakura suspiro cansada ante la falta de modales del rubio, aunque, debía de admitir que ya no actuaba tan "instintivamente" frente a las personas. Hinata le había enseñado a saludar con educación, a hablar con propiedad, pero siendo Naruto tan distraído podía olvidar todo eso en un instante.

— Hinata, aun te queda mucho que enseñarle a Naruto— dijo la ojiverde con un poco de diversión.

…

— No lo repetiré Naruto, vete a tu casa, debes de descansar para que tengas fuerzas para mañana— le ordeno Kakashi viendo que ya eran las seis de la tarde y aun les quedaba por inspeccionar los últimos puntos de seguridad de la aldea.

— Pero, Kakashi-sensei yo…

— Ve, es una orden— le dijo Kakashi poniéndose totalmente serio —Naruto, mañana es un día muy importante para Hinata y para ti, el novio debe de permanecer fresco y bien presentable, anda ve y descansa — le pidió de forma bastante paternal. El Hokage apreciaba demasiado al rubio, incluso se podía decir que lo consideraba como a un hijo, y, el hecho de que al día siguiente se casara lo hacía sentir feliz pero a la vez un poco viejo.