88 5 0
                                    

Ashura no había podido darse un descanso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Ashura no había podido darse un descanso. Había estado la mayoría del día metido en su computador para trabajar en su próximo proyecto, el cual, esperaba terminar para finales de octubre. Ya tenía una empresa dispuesta a apoyarle en su próximo lanzamiento, tenia los medios y el efectivo para seguir con ello, puede que no contara con su familia del todo, pues nunca estuvieron de acuerdo a que el potencial de Ashura se desperdiciara. Decir que no se sentía decepciono sería mentir, claro que le dolía que vieran sus sueños como algo sin futuro y algo que no fuera capaz de enorgullecerse a un Otsutsuki. Incluso, estuvo apuntó de creer en ellos.

Al final, decidio por él y terminó saliendo de su hogar sin mirar atrás. Desde entonces, agradecía lo que había construido con su propio sudor y esfuerzo.

Recordaba que había echo dos juramentos al salir de su hoga, uno de ellos, darse su merecido tiempo y ahorrar lo suficiente para no depender económicamente de nadie, y por segundo, no quería que Taizo pasará la mayoría del tiempo sintiéndose solo. Odiaba decirlo, pero aveces, su trabajo solía atraparlo y duraba más horas de lo determinado. A veces... se sentía Indra.

Y, a hablando del rey de Roma, no lo veía por ningún lado. Tampoco lo escuchaba, decidió ir a la Sala de estar pero no había nadie y en la cocina mucho menos, supuso que debió salir hacer la compra o solo salir fuera del departamento. No había problema con ello.

Tomó aire para expulsarlo dejando salir cierta frustración, igual, se estiró y al terminar se froto los ojos. Recuperando parte de su visión, camino hasta el sofá donde se dejó caer sin preocupaciónes, esperaría a Taizo mientras observaba lo que sea que hubiera en la televisión.

Queriendo tomar el control remoto se encontró se con algo distinto, había un libro justo al lado de la mesita de vidrio que tenía justo a la mitad de la Sala, arqueo una de sus cejas y sin pensarlo lo tomo. Basandoce en su tamaño y peso, no era un libro muy extenso, es más, parecía revista, lo curioso, era la portada que tenía unos simples dibujos hecho a mano de una manera muy simplona. ¿Acaso Taizo compró esto?, que él supiera, el no era muy fanático de la lectura, era más de videojuegos o hacer recetas extrañas en la cocina. Leer no era su fuerte, es más, siempre solía quedarse dormido al intentarlo.

No negaba que le daba gracia, en serio, amaba como era ese hombre. Su carisma era único, aun que, le molestaba un poco el echo de su actitud problematica y sus apodos extraños, no evitaba que también amara esos pequeños detalles. Riendo para sí mismo, se decidió por leerlo, solo era un libro más, ¿Cuál sería el problema si hecharia un vistaso? aunque, ahora que recordaba Indra había tenido uno parecido cuando eran más jóvenes. No era igual, la portadas eran de un tono distinto al de sus manos pero siempre que se acercaba, Indra lo atrapada y solía regañarle en que no se acercara y que no pensara en tomarlo. Llegando al punto en que le prendió fuego en medio del patio de su casa. Fue un momento muy extraño, desde entonces duda un poco sobre las decisiones raras de su hermano.

𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤 | 𝕋𝕒𝕚𝔸𝕤𝕙𝕦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora