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POV Brooke_

Ahora estaba en el avión de camino a Canadá, mi madre no sabe nada ya que sería una sorpresa.

— ¿Está ocupado? — un chico rubio estaba de pie mirándome y señalando el asiento vacío al lado mío.

—No— le regalé una leve sonrisa. Dejó sus cosas y se sentó a mi lado.

—Oye, siento ser tan directo pero… ¿Tienes novio? — se rascó la cabeza desviando la mirada.

—No, no tengo— me miró de nuevo y me sonrío, tenía una sonrisa muy bonita, casi perfecta, él en si también era guapo, pero no de mi agrado.

—Me… ¿darías tu número? — reí levemente, le respondí con un “claro” y seguidamente me dio su teléfono y apunté el numero en él. —Brooke… bonito nombre— me giñó un ojo, sonreí le respondí con un “gracias”, me senté bien dejando de mirarlo y me puse los cascos.

Estaba delante de la puerta, toqué el timbre y se oyó un grito.

— ¡Voy! — se oyeron unos pasos y la puerta se abrió. — ¡Brooke! — se lanzó a abrazarme como si no me hubiera visto en años. — ¿Qué haces aquí cielo? Y con ¿maletas?

—Entremos y te lo explico todo— ella asintió con la cabeza.

— ¿Está todo bien cariño? — preguntó preocupada, negué con la cabeza mientras nos sentábamos en el sofá.

—Papá… papá tuvo un accidente de coche junto a su novia y… ambos murieron— las lágrimas no tardaron en salir y en mi madre tampoco. —Y vine aquí para despejarme un poco, me es difícil estar allí sin papá, espero no ser una molestia, no estaré mucho tiempo— mi madre sin decir nada me abrazó fuerte.

—Cariño quédate aquí el tiempo que necesites— se separó de mí, estábamos ambas llorando. —Cómo… ¿cómo paso eso? 

—Llamaron al colegio, nos dejaron salir para ir al hospital, allí nos informaron de que no fueron lo suficientemente fuertes y que murieron, un accidente de coche, la policía luego nos informó de que tenían pruebas que indicaban que ese accidente había sido provocado, que los frenos estaban cortados, nos mantendrán al tanto de todo lo que encuentren— lloré más fuerte y hundí mi cabeza en el pecho de mi madre, ella también lloraba mientras me acariciaba la cabeza.

—Todo va a estar bien— habló en un susurro. —No puedes hundirte ahora cariño, tienes que demostrarle a tu padre que aunque lo eches de menos puedes seguir adelante, él quiere que seas fuerte, hazlo por él— la abracé más fuerte.

— ¿Por qué él? Ahora me arrepiento de no haber ido a visitarlo en años, y por una vez que voy, solo… solo he podido estar dos semanas con él— tenía un nudo en la garganta, realmente me dolía.

—Tocada pero…— seguí con la frase.

—Nunca hundida, eso lo decía papá— una sonrisa triste se formó en mis labios. Me separé de mi madre y la miré, ella con su dedo me quitó las lágrimas que tenía, sonreí.

—Todo va a estar bien ¿sí?  Ahora ve a limpiarte la cara, que se te ha corrido todo el maquillaje y pareces un panda— reímos levemente y me levanté del sofá, fui a limpiarme la cara y bajé de nuevo.

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✓ MI PSICÓPATA || P.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora