✓ MI PSICÓPATA || P.M

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POV Brooke_

Le había mandado un mensaje a Toby, me dijo que en 5 minutos estaría aquí. Estaba recogiendo mis cosas cuando suena el timbre, fruncí en ceño. Imposible que fuera Toby, puta mierda. Cogí la pistola y me la puse en un lado del pantalón. Abrí un poquito la puerta dejándome ver a un chico de mi edad.

— ¿Hola? — dije intentando sonar normal.

—Hola, em ¿esta Ashley?

—Está ocupada ahora, pero ya le digo que viniste, ¿Quién eres? — él levanto una ceja.

— ¿No puedo pasar? Solo quiero verla— empezó a empujar la puerta. No lo conocía de nada pero me sacaba de quicio, niñato impertinente.

—Si claro, pasa— le sonreí falsamente, le abrí más la puerta y entró, la cerré quedando yo detrás de él.

— ¿Por qué hay tanta sangre? ¿Esa es Ashley? ¿La has matado? — se giró a mirarme asustado, saqué la pistola del pantalón, el chaval se quedó inmóvil, apunté y le disparé a la cabeza.

—Cállate ya.

—No está mal para ser tu primera prueba— salté del susto y me giré, Toby había entrado, no sé cómo lo había hecho. —Tienes buena puntería, a tu hermano le costó mucho más.

— ¿Llamar a la puerta? ¿No? ¿Ya no se hace? — rió levemente, rodé los ojos. —Jugaba a los dardos con mi padre, él me quiso enseñar— me encogí de hombros.

—Supongo que si se hubiera quedado con vosotras, hubieras entrado a la pandilla.

—Supongo.

—Uf, como huele a muerto— lo miré con obviedad. —Vamos pequeña saltamontes— fruncí el ceño.

— ¿A qué esperabas que oliera? ¿A rosas? — empezamos a subir las escaleras, dirección a la habitación de los padres de Ashley. —Debieron gastarse mucho dinero para poner esas cámaras— dije abriendo la puerta.

—Si, seguro las compraron con lo que te robó— rió levemente. Reí sarcásticamente.

—Toma— le di mi teléfono. —Te llaman del circo— le sonreí falsamente. Él rió levemente y se sentó en el escritorio.

—Bien, mientras hago esto te voy a hacer preguntas sobre tu prueba— asentí con la cabeza. — ¿Estabas nerviosa?

—Obviamente, tenía miedo de que saliera mal el plan.

— ¿Cómo te sentiste al torturarla? — me hacía las preguntas pero seguía haciendo cosas en el ordenador.

—A lo mejor fue el hecho de ser ella, pero no sentí ni una pizca de pena, sentía placer, verla sufrir como yo lo hice cuando mato a mi padre y a Layla, sentía rencor, que se lo merecía— pareció sorprenderle mis palabras, pero no dijo nada, siguió con lo suyo.

— ¿Y cuando la mataste?

—Sentí la paz, sentí un alivio grande, me sentía demasiado bien— terminó de teclear y me miró con una sonrisa.

—Eso es perfecto— sonreí.

— ¿Entonces estoy dentro? — se levantó de la silla, imité su acción. Salimos de la habitación.

—Eso te lo diré cuando estemos todos juntos— lo miré con molestia. —Sin quejas, vamos, tenemos que sacar eso de aquí— dijo señalando los cuerpos mientras bajábamos las escaleras.

—O no, ¿por qué no les dejamos como regalo a los Smith? —  me miró.

—Menos trabajo, vámonos entonces— sonrió y sonreí también, dejamos eso allí y fuimos a casa de Toby.

—Bonita casa— paredes y muebles negros, luces muy blancas, era fuera de lo común. Nos sentamos en el sofá, era muy cómodo, era de cuero negro, muy bonito.

—Gracias, ¿bien que tienes pensado? — me encogí de hombros. No había pensado en nada, mis neuronas no daban para tanto. —Entonces lo haremos así, entraremos por la parte trasera de ese centro, miré el mapa y hay una entrada que nos deja en unas habitaciones pero que fueron cerradas, entonces no habrá nadie. Nos haremos pasar por médicos del centro, no podrán saber que no somos de allí ya que llevaremos el uniforme y están en una temporada donde ha entrado gente de prácticas, entonces seremos los de prácticas, solo habrá que tener cuidado para sacarlos ya que son muchos, y siempre están mirando cómo están los pacientes— asentí con la cabeza.

— ¿Y de dónde sacamos el uniforme?

—De eso ya me encargo yo hoy, tú ya has terminado tu trabajo por hoy, mañana a las 12h00 de la mañana vendré a buscarte, tendremos que mirar los recorridos y donde se encuentra cada uno— asentí con la cabeza.

—Bien, ya es tarde así que voy a volver a casa— asintió con la cabeza. —Nos vemos mañana— me acompañó hasta la puerta.

—Adiós niña— lo miré mal frunciendo el ceño. Le dije “adiós” y me fui. Siendo sincera estaba nerviosa, espero que todo salga bien.

<<𝕞𝕚 𝕡𝕤𝕚𝕔𝕠𝕡𝕒𝕥𝕒>>

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