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POV Brooke_

— ¿Mia? — dije confundida, ella trabajaba en el hospital, ¿nos habíamos equivocado?

—Deja de darle vueltas al asunto y abrázame— dijo con una sonrisa y abriendo los brazos, seguía confundida pero la abracé.

— ¿De qué se conocen? ¿Y quién eres? — la interrogo Daisy.

—Pasen, ahora os lo explica Toby— ¿Toby estaba aquí? Entonces los chicos también.— ¡Amor! ¡Tienen visita! — todos se acercaron a la puerta, al vernos abrieron la boca en forma de o. Jaden corrió y nos abrazó a ambas haciendo que me diera contra la cabeza de Daisy.

— ¡Auch! — no quejamos ambas.

—Perd…— no acabó la palabra ya que alguien lo empujó y me abrazó fuerte, solo oler el perfume supe que era él. Se separó del abrazo y me cogió la cara con ambas manos haciendo que lo mirara a los ojos.

— ¡Pensaba que estabas muerta! — reí levemente por la cara que tenía.

— ¿Yo? ¿Muerta? Por quien me tomas, y con Daisy de copiloto aún menos, la tendrías que haber visto disparar— la miré y ella rió.

—Es que mi novia es la mejor— dijo Jaden y la besó, hice una mueca.

—Empalagosos— ambos me miraron con cara de asco.

— ¿Para nosotras no hay abrazo? — dijo Grace, ella y Evelyn abrieron los brazos, ambas nos tiramos encima de ellas. Nos saludamos entre todos y fuimos al comedor.

—A ver esto vosotras no lo sabéis, sentémonos— todos se sentaron, iba a sentarme al lado de Evelyn pero Jayson me cogió de la cintura sentándose y poniéndome encima suyo. Lo miré sonriendo sin dientes, me giñó el ojo. — Para empezar no se llama Mia, si no que se llama Sarah y mi esposa— abrí los ojos y la boca. —Sabía que trabajaba en ese hospital y el día que no fui le pedí que estuviera pendiente de ti de que no te pasara nada, pero quería discreción, de allí su nombre de Mía, en ese hospital la conocen así y nunca sabrán su nombre real. Y por otra parte quiero presentarles a alguien— Sarah se levantó y salió del comedor, en 2 minutos volvió con una niña en manos. —Les presento a Layna Edwards— me emocioné al verla, era una cosita tan pequeñita, unos ojos grandes color negro, y un pelo rubio hermoso.

— ¿Puedo cogerla? — me levanté y abrí mis brazos.

—Claro— Sarah se acercó y la dejó cuidadosamente sobre mis brazos.

—Hola Layna— la miré con una sonrisa, la cogí bien y con mi mano le cogí la suya, ella cogió mi dedo. Me senté al lado de Payton y puse la niña en la falda. Mientras ellos hablaban yo jugaba con la niña, le hacía cosquillitas en la barriga.

—Parece más su hija que la mía— soltó Toby, reí levemente.

— ¿Cuántos años tiene? — pregunté.

—Dos años— respondió Sarah. —Layna, ¿Cuántos años tienes? — se acercó a nosotras y se arrodilló. —Dile a Brooke cuántos años tienes— me señaló, la niña me miró y con sus deditos hizo dos.

—Ala, que grande— dije poniendo una mano en mi boca haciéndome la sorprendida mientras con la otra seguía sosteniéndola, ella rió.

Me desperté porque sentía algo húmedo, me levanté y vi la cama con una mancha de sangre, ya estaba aquí. Fui al baño, me duché, me cambié, y salí, cogí la sabana bajera y la puse a lavar. Me dirigí a la cocina, no había nadie.

—Buenos días niña— se acabó la paz, estaba comiendo mis cereales así que saludé con la mano.

—Buenos días enana— hice lo mismo. Taylor se sentó delante mío mientras Alex buscaba no sé qué en la nevera, al cerrarla la cerró fuerte así que sonó. —Ai mi amor no tienes que ser tan duro— lo miré haciendo una mueca.

—A ti te gusta que sea duro— le respondió guiñándole un ojo. Dejé la cuchara en el bol con asco.

—Son las nueves de la mañana y estoy desayunando— dije mirándolos a ambos.

—Cerdos de mierda— me levanté de la mesa y me dirigí al comedor. Los oí reír. Encendí la tele, estaba mirando las noticias, al parecer nos seguían buscando, ingenuos. Siento como alguien se sienta a mi lado.

—Buenos días, mi vida— Evelyn me dio un abrazo, estaba también con sus cereales en la mano.

—Buenos días, mi niña, ¿siguen con la tontería verdad? — reí levemente, ella asintió con la cabeza imitando mi acción.

— ¡Alex es mío asqueroso! — ella y yo nos miramos al reconocer la voz de Grace, reímos y nos levantamos.

— ¡Ven aquí que te arranco los pelos! — Grace saltó encima de Anthony.

— ¡Grace el pelo no! — Evelyn dejó el bol en la mesa y corrió hacia ellos.

—Qué bonito es estar soltera— seguía mirando el espectáculo comiendo los cereales.

—No lo estas, eres mía— lo miré con una ceja alzada y una pequeña sonrisa.

—No hay nada oficial, así que de momento no soy de nadie— él se mordió el labio inferior ligeramente con una sonrisa.

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✓ MI PSICÓPATA || P.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora