Ángeles caídos.

⁰

¿Ustedes saben lo que sucede luego de
que un ángel es expulsado del cielo?.

¿No...?

Oh...era algo obvio...

¿Qué es un pecado?.

Acción, expresión, reflexión en contra de la voluntad de mí señor.

¿Tú señor?.

Si, mí señor.

¿Sabes que te sacó del lugar divino?.

Si, lo sé

¿Por qué?.

Porque cometí un pecado.

¿Qué pecado?.

El enamorarme de un humano...

¿Por qué es un pecado enamorarte de un humano?.

Porque es un sentimiento en contra de la voluntad de Dios.

¿Por qué el enamorarte de un humano es un sentimiento en contra de la voluntad de Dios?.

No lo sé...

Ardía, mi espalda ardía como si me estuvieran colocando lava, pero sin derretirme, solo sentir el dolor.
No era divertido recordar el por qué estaba aquí, ahora que estoy en este lugar completamente nuevo para mí, me doy cuenta de varias cosas.

Me daba cuenta que pensaba lo contrario a mí supuesto Dios.

Una carcajada fuerte y sarcástica sale de mis labios, haciendo que toda mí atención vaya directo al gran árbol frente a mi, golpeándola con fuerza, haciendo que se hundiera un poco por el gran impacto.

¿Cuál se supone que es tu maldito problema con eso Dios?.

Mi rostro cambia de expresión al ver que aquel árbol tenía manzanas, jugosas, rojas y llamativas.

Como el de Adán y Eva.

La verdad es que no sabría si por instinto o qué, pero tomé una y la lancé con fuerza al suelo, admirando como está perdía su forma y se hacía puré.

-¡Oyee~, no te desquites con el hermoso árbol!, ¿no ves que sus manzanas están maduras y muy rojas?, hubiera sido más aceptable para mi que te las comieras.

Volteo mí cuerpo de mala gana, importándome poco el lugar en donde estaba y como estaba vestido...bah, tenía una tela extraña que era lo más parecido que usaba en el cielo cubriendo mi parte baja ¿qué ropa?.

Estaba por mandar aquella persona a la mierda, pero...

...

Y te veo, allí, detrás de mí, con un pequeño puchero, una mano en tu cadera y la otra sosteniendo una botella de agua. Supe al instante que terminaste de hacer lo que más te gusta porque de tu tierna pero a la vez sensual cara tenías sudor.

Te encontré...

No...imposible...

¿Cómo?.

Su cuerpo es como el tuyo, delicado y flexible, delgado y definido, solo que ahora es cubrido con ropa más, pantalones negros y camisa de cuadrilla, solo con unos botones abiertos, notando su clavícula marcada.

Su personalidad como la tuya, tierna, despistada, siempre preocupándose por otros más que en el mismo, vergonzoso pero muy sociable.

-¡Oh!, ¿Estás bien?, veo tus nudillos con sangre, ¿quieres entrar a la academia para ir a la enfermería?, ¿o quieres que traiga un botiquín que debe estar cerca de la salida...?, oh, ahora recuerdo que ese botiquín lo robaron la semana pasada...

Su voz como la tuya, chillona cuando no hacen lo que tú quieres o lo que no te gusta, como burlarse de ti o ignorarte, suave y dulce el resto del día, como una melodía.

-oooyee~ lindo chicoo, ¡Te estoy hablando y deja de mirarme como si te estuviera pidiendo que asesines a alguien!-

Su carácter como la tuya, impulsivo y firme, siempre obtienes lo que quieres, pero a veces resulta parecer un cute duende fingiendo ser el rey supremo.

-¡Heeey~!...- te acercas más a mi y mueves tu mano de un lado a otro como un niño pequeño, bueno, eres un niño pequeño.

¿Ustedes saben cómo se siente un ángel enamorado de un humano?.

¿No?.

Enserio te encontré...

Park Jimin, el famoso joven
de 24 años desaparecido.