19 1 0
                                    

-¡Señor Lucifer!.

Volteo mi cuerpo mirando hacia atrás mientras pestañeo un par de veces para que mi vista dejara de ser borrosa.

Mis ojos se abren al tope al sentir que me levantaban de la cómoda cama y me dejaban parado, haciendo que tambalee un poco.

-Nunca creí que en algún momento haría esto para que el señor vuelva a sus cinco sentidos...

-Parece un títere por como se tambalea. Podríamos ahora mismo usarlo como saco de boxeo y seguiría tambaleandose...¡Auch!, ¡Seulsoo!.

-Callate Louis. Cuando hablas solo escupes tonterías.

-¿Señor ya se encuentra mejor?, ¿Ya no está tan cansado?. Te dormiste en la silla y te llevamos a la cama...

Extraño cuando Mimi me daba mi leche de banana en un popote azul del principito.

-¿Eh...?.

Finalmente presto atención, mirando hacia todos los lados, viendo que todavía seguía en tu habitación, que había dormido en tu cama nuevamente, pero sin ti.

Los chicos dejaron de pelear al escuchar que respiro con fuerza, pareciendo que estaba enojado, cuando en realidad solo quería oler aquel aroma en la habitación que se iba perdiendo.

-Son las 10:24 am señor. Fuimos a comprar los lentes de contacto.

-Nuestra idea es que desayune algo pero afuera, así no está tanto tiempo en este lugar.

-Recuerde que las evidencias no se encuentran dentro de ésta habitación.

-Tienen razón- Muevo mi cabello caminando hacia un espejo para ponerme los lentes de contacto que me dio San, que eran azules-

-¿Tiene planeado hacer algo en específico?-

-Ir a la academia en donde estudiaba y trabajaba Jimin. Allí se encuentra mi único sospechoso.

-¿Se ve algo extraño de ese sospechoso en lo que usted vió ayer?.

-No me da buenas vibras, solo eso.

Escucho sus risas al ver que comencé a abrir u cerrar los ojos rápidamente para que se acomodaran bien los lentes de contacto.

-Okeey~- tomo el teléfono de Jimin, acomodo la cama y guardo el pizarrón, con ayuda de los chicos, y salimos por la ventana.

Tu habitación estaba en el segundo piso de una gran mansión. Siempre fue fácil entrar y salir, lo malo es que nunca entre o salí por la puerta principal y pocas veces he ido al primer piso a escondidas de todos lo que estaban allí, menos de ti.
Algunas sirvientas, cocineros y otros tipos de empleados sabían o sospechaban que tu veías a alguien a escondidas, seguramente se dieron cuenta al ver que te la pasabas en su habitación encerrado con llave, pidiendo el doble de comida que en realidad comes y estabas muy despistado. Me pregunto cómo se sintieron cuando se enteraron que el aquel chico que no conocían y que lo cubrían de tus padres, es tu supuesto asesino.

Si, supuesto, porque estoy seguro que sigues vivo.

Mientras pensaba en todo eso tenía la mirada perdida, caminando hacia el último lugar en donde fuiste antes de desaparecer.
Porque al parecer, alguien no te trataba muy bien, y eso me hace dudar y enojar, mucho.

¿Acaso creías que ese trato era normal y por eso no me lo decías?, ¿o estabas preocupado que al decirme haga algo al respecto y eso arruine tus sueños?. Porque si, yo si haría algo al respecto, todo menos arruinar tus sueños.

Así que dime.

El ver que estoy frente a la academia, en donde la última vez me arrestaron y las anteriores te espiaba de allí, sonriendo porque tú y tu cuerpo no era nada más que arte, que hacía que los ojos de los espectadores se iluminen.

Ángeles caídos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora