CAPÍTULO 4

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El salir de la azotea fue la parte fácil del plan, salir de la universidad era la parte difícil, como se había dicho hace un momento el pasillo estaba desolado, pero se podía escuchar claramente los gruñidos de los zombies en la planta debajo de ellos, no tenían muchas opciones y ninguno era tonto sabían que por más que quisieran no podrían solos contra tantos porque era obvio que, aunque el parqueo estuviera abierto de par en par muchos zombies se quedarían resguardados dentro de la institución.

-deberíamos bajar por las escaleras de emergencia hasta la cabina del guardia, robar su arma y las llaves de algún carro-dijo Dazai viendo como Oda se quedaba en un solo sitio seguramente esperando a que Dazai le explicara lo que tuviera en mente.

-ok, pero necesitamos algo para defendernos en el camino a la salida el hecho que vayamos por la escalera de emergencia no quiere decir que el camino estará despejado-Dazai asintió comprendiendo la preocupación de su amigo.

-ya pensé en eso, en el siguiente piso hay un hacha de algo nos servirá-dijo con un poco de entusiasmo al ya pensar en todo lo necesario.

-bien hecho, bajemos entonces-le dijo y el castaño empezó a caminar siendo seguido por el pelirrojo.

-¿vez? Te lo dije, mis predicciones nunca fallan-dijo Dazai señalando el hacha anteriormente mencionado, Oda suspiro y la tomo, la parte media del plan ya estaba ahora solo tenían que seguir bajando y llegar hasta algún auto.

Solo eran dos pisos los que debían bajar, pero el lugar era bastante grande, por suerte ambos fuero lo suficientemente cautelosos como para que ninguno los notaran, después de haber experimentado se dieron cuenta de que al igual que en las películas esos bichos se guían por el oído así que ambos caminaron entre ellos evitando hasta de suspirar ya que Dazai no tenía la mejor condición física y como ya mencionado con anterioridad, aunque quisieran no podrían contra tantos.

Habían llegado al parqueo en una pieza y siendo aún mucho más precavidos llegaron hasta la cabina del guardia, pero no todo sale bien a la primera en la vida y ambos chicos ya habían tenido mucha suerte (y poco imaginación de la escritora) así que cuando abrieron la puerta de la cabina del guardia este les salto encima con un gran gruñido provocando que los zombies cercanos también gruñeran.

-mierda-dijo Oda ante la sorpresa mientras trataba de quitarse al guardia sobre él, Dazai lo ignoro y empezó a buscar alguna llave que le sirviera en su búsqueda, encontró las municiones del arma del guardia.

-¿algún carro que reconozcas desde aquí?-pregunto Dazai sin despegar su mirada del muro donde estaban todas las llaves, no obtuvo respuesta y solo escucho varios gruñidos.

-el del profesor de artes escénicas- escucho una respuesta entrecortada, segundos después escucho un golpe seco y sin tener que voltear dedujo que su amigo había logrado matar al guardia-mierda Dazai ahí vienen apúrate, toma cualquiera-le dijo Oda al ver como unos cuantos zombies se acercaban corriendo mientras gruñían.

En ese momento el castaño agarro las llaves del carro que su amigo le había indicado y se giró con rapidez viendo como el otro ya tenía entre sus manos el arma del guardia, ambos se miraron fijamente por unos segundos y luego salieron corriendo hacia el carro, más de un zombie estuvo a punto de alcanzarlos, casi habían tropezado y entre más avanzaban más zombies había en su camino.

De repente un zombie cayó frente a sus pies casi por inercia ambos miraron hacia arriba y vieron como desde una ventana rota algunos zombies caían, ambos miraron sorprendidos la escena que si no hubiera sido porque el zombie que cayó a sus pies empezó a gruñir ninguno hubiera reaccionado, Oda como si de un experto se tratara agarro el alma y no dudo en apretar el gatillo.

Caos en la cuidad soukoku OdangoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora