Survivors / Scissor seven

Estamos equivocados

Era un tonto, probablemente era la primera vez en su vida que se llamaba a si mismo de esa manera, pero se lo merecía, no, era mas que un tonto era un idiota que cegado de sus emociones logro dañar a la persona que de alguna manera en el poco tiempo hizo cambiarle la perspectiva de ver las cosas, la evolución, el tiempo, la felicidad...

Podría bien culpar a los ingratos niños que comenzaron primero la pelea en aquella isla, aunque no era tan orgulloso e infantil para no ver sus errores, después de todo el mismo había creado una maquina capaz de extraer la energía de isla pollo sin hacer pedazos su estructura, todo por mantener a salvo a Cora.

A pesar de su corta edad podía decir con seguridad que esa niña le daba miedo y bastante curiosidad, gozaba de su apoyo para sanarla de su cáncer e incluso recibirla en Stan siempre y cuando fuera aliada, pero ella se negó rotundamente, el no comprendía muy bien de su decisión, no creía que aquello llamado felicidad fuera más importante que alargar tu plazo de existencia, aun así siguió haciendo lo que le decía, bueno en parte por las amenazas de esta, pudo negarse claro que pudo y aun así no lo quiso hacer, recorrer el mundo con ella y ver su expresión de aquellos territorios eso lo hacía... feliz, esa palabra tan cliché y con definición abstracta le daba dolor en la sien.

Aproximándose al destino solicitado, Ubicación actual: Reino de She Nung- La I.A de la nave comenzó a preparar el descenso, por lo que el príncipe se coloco su jet pack y acomodo su bata, al aterrizar no espero que las compuertas se abrieran con totalidad en cuanto tuvo un acceso lo suficiente grande para que su cuerpo cupiera, salió volando de ahí, en busca del mejor curandero del Reino, antes de que llegara se había dedicado a investigar a los habitantes y médicos del lugar encontrando en el proceso a un individuo llamado Hao cao, alias yaowu , por como lo explicaba el informe era capaz de curar heridas profundas y enfermedades como rinitis en pocos días y lo más importante poseía el jade negro.

Al estar volando pudo apreciar de mejor manera las calles y casas, edificios casi igual de bien estructurados como en Stan pero con toques antiguos, la vista le era magnifica a su parecer era la mezcla equilibrada de la inteligencia y tradición, era como ver a Xuanwu y Stan combinados. Ahora entendía como se sentía Cora al viajar, ojalá estuviera ahí con él y no herida de gravedad por su imprudencia- Sacudió su cabeza varias veces pues debía concentrarse- ya no podía arrepentirse el iba a curarla, y enmendar su error, llevársela de esa asquerosa isla quitarle el cáncer, aunque sea a la fuerza, no le importaba nada solo necesitaba tenerla a salvo con él.

-Estas ideas están mas raras, esa niña tal vez me implanto algo, debe ser por el tiempo que pasamos juntos desarrolle un apego mal justificado, eso debe ser.

Al poco tiempo llego a un terreno bastante amplio rodeado de muros con una casa en medio, personas se veían salir vestidas con trajes Tangs, esa era la residencia del médico, al bajar noto como todos dirigieron sus miradas a el para salir corriendo dentro de la casa, camino hasta llegar a la entrada en donde un oso gigante lo esperaba.

- Buena noche, no esperábamos invitados a estas horas- la expresión de disgusto era notoria en el oso, mal comienzo.

- Soy el príncipe de Stan, he venido en busca del ungüento de jade negro, mis datos me dicen que usted posee esta medicina.

- Así es, pero no se la damos a extranjeros o personas que alguna vez quisieron afectar a nuestro reino con anterioridad- Dijo en tono de desagrado.

El no entendía a lo que se refería, durante la historia de Stan no había registros de extensión o posible ataque a esta Isla, seria posible que sucediera en mandato de su padre, aun así, eran actos que no le correspondían.