Atemporal

Descubriendo

Se miraron en silencio, esperando que alguno de los dos rompiera el silencio. Uno quería una disculpa y el otro se negaba a ceder.

Sasuke no diría que había esperado por casi dos horas y Naruto no le explicaría lo aburrida que había sido la tarde, lo larga que había sido la película y lo lenta que era la chica cuando caminaba. No añadiría que había corrido de camino a su casa, rezando por que el moreno aún estuviese allí.

"¿Vas a abrir la puerta?" Naruto distinguió con claridad que el moreno estaba molesto.

"¡Sí!" El despistado chico busco la llave entre sus distintos bolsillos, perdiendo la paciencia por tardar tanto en encontrarla.

Sasuke notó lo temblorosas que estaban las manos del rubio mientras abría la puerta. Y se hubiese reído de no haberse sentido de la misma manera.

"Si vuelvo a llegar tarde, podrías esperarme dentro." Aquello no era una disculpa, pero era lo más cercano que sería capaz de pronunciar.

"¿Cómo planeas que abra la puerta? No tengo problema en romperla, tu casa es una mierda después de todo."

"¡Imbécil! Al menos aquí no tenemos a todo un equipo de vigilancia. Y yo que te iba a dar la llave." Naruto cerró la puerta y fue a la cocina a por algo de beber.

"¿Qué?" Sasuke le siguió, confundido.

"Nada. No te la mereces." El menor intento no reír.

"Y una mierda. Dámela." El otro sonrió.

"¡No!"

Dos chicos buscando una llave extraviada en un desordenado departamento, a la vez que se insultaban y discutían sobre qué cenar. Luego otro conflicto sobre una absurda película, que no fue más que una excusa para lanzarse miradas mal disimuladas. Y en la noche, refugiados entre las sábanas, susurraron sus nombres entre suspiros y gemidos, sorprendidos por lo maravillosa que podía ser la vida.

Una situación extraña para ellos, pero que se convirtió en cotidiana.