Prólogo.

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—¡No dejare que mi hijo se case con el tuyo siendo tan vil y perverso a su corta edad...creí que podríamos tener una buena relación, pero solo quieres a quienes te convienen para conquistar a los demás!

Ante aquellas palabras un ejército entro sin el mayor problema, la batalla más sangrienta que se pudo dar ese año, solo se veían los cuerpos caer de ambos bandos, no solo fue en aquella enorme mansión si no que llego hasta el pueblo siendo masacrado sin piedad ni resentimiento alguno. Poco a poco la gente fue cayendo una a una en aquella fosa para ser quemados sin dejar rastro alguno sobre la vida que antes existía en esa zona.

—Joven amo, debemos irnos...debe sobrevivir...¡Se lo he prometido a su padre!

—Solo tienes 12 años y me cuidas como alguien mayor...juro que no dejare esto así...

Un joven de 14 años con una mirada tan fría y calculadora veía en lo alto de una colina su hogar en llamas, había sido el único sobreviviente de su familia junto a su sirviente que era menor que él, pero daría todo por tenerlo a salvo. El odio invadió al chico con gran fuerza mientras se alejaba junto a su lacayo cada vez mas de su antiguo lugar, ahora debía encontrar donde esconderse y planear con cuidado como destruir aquel hombre que le quito todo, así como volver a tomar lo que se le negó por derecho.

"Juro que tu hijo será mío y con él tu hogar...todos los reinos me pertenecerán...reuniré lo necesario para hacerlos caer y obtener la gloria"

En los días con siguientes, Aldrik había vuelto a su castillo, afortunadamente para él fue un mes antes de que su esposa Amile tuviese a su segunda y cuarta hija. Fue recibido por todos yendo directo a tomar una ducha, así como cambiar su ropa, no dejaba que su esposa se enojase por no estar como todo un líder respetable, al terminar fue directo con ella ya que deseaba ver como se encontraba llegando lo más rápido que pudo a su lado tomando su mano delicadamente sonriendo un poco a su amada que yacía recostada en la cama.

—Amile, querida mía...¿Cómo te encuentras?

—Bien, solo estaba cansada por el día ocupado que tuve hoy—una cálida sonrisa se formó en su rostro viendo a su esposo—estaba preocupada de que no llegaras hoy...hiciste algo muy peligroso al enfrentarte a ellos

—Lo sé, ya no debemos preocuparnos más, han desaparecido y nuestro segundo hijo no sufrirá por su causa...creímos la posibilidad de poder dejarlo con una familia bondadosa cuando tuviera su mayoría de edad; pero...ahora estaré seguro de que nuestro pequeño de siete años está a salvo y...además le daré la misma opción que a su hermano mayor para su mayoría de edad...—sonrió suave—dejaré que ellos mismos escojan su pareja

—Eres muy bondadoso cariño—sonríe llevando su mano a la mejilla de su esposo acariciándola suave.

—Ya no debes preocuparte...estará bien nuestro pequeño Nail y la paz del mundo seguirá intacta—al ver que se relajó el semblante de su esposa se quedó tranquilo, aunque no fue del todo, aun se notaba que algo presentía y eso para él era algo que no podía tomarlo a la ligera.

Se quedaron hablando los dos reyes hasta que finalmente salió el líder dejando a su reina descansar, en el camino encuentra a su pequeño niño sentado a mitad del jardín interior yendo con el de inmediato, cada que estaba triste se sentaba en el mismo lugar para calmarse o eso les decía a sus padres, solo el niño sabía si era cierto o no.

Al percatarse de la presencia de su padre, el pequeño de 7 años se levantó de inmediato limpiando las lágrimas que caían por sus ya muy húmedas mejillas, se notaba asustado y molesto, aunque no decía el porqué de sus sentimientos. Pasaron varios minutos antes de que Nail finalmente hablara con una voz suave y entre cortada por leves sollozos viendo a su padre.

—¿E-Es verdad que...q-que yo...m-me voy a...c-ca-casar con...u-un ser...m-muy malvado?

Sus sollozos se hicieron más al terminar la pregunta, su padre se hinco frente a él acariciando su cabeza suavemente despeinándolo un poco sonriendo gentil a su pequeño, termino abrazándolo con cariño dándole suaves palmaditas en su espalda.

—¿De dónde salió esa barbaridad?

—E-Escuche a las...si-sirvientas co...comentarlo hace un...unos días

—Escucha hijo, no creas todo lo que dicen hasta que lo compruebes...mi pequeño fénix...no vas a casarte con un ser malvado...será con quien tu elijas en el futuro...así que no te preocupes, ¿Bien?

—S-Si papá

Su voz era más tranquila,su corazón de niño volvía a su serenidad y su sonrisa habitual llegó entre losbrazos de su padre, escucharlo de él lo calmo mucho más de lo que esperaba, algrado de que su llanto desaparecía por completo dejando solo unas mejillasmojadas como recuerdo de su anterior estado. La felicidad que surgió lossiguientes años no parecía tener fin, aparentemente nada podría terminar momentosinvaluables nunca, pero un mal crecía en secreto sin que fuese perceptible paracualquiera de los que creían haber generado paz en el mundo.

Corlanze. Dos criaturas unidas entre amor y venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora