Capítulo 8. Una Sorpresa Arruinada.

4 0 0
                                    

Finalmente llego el día en el que Deiren regresaría de su viaje, en los días anteriores no había mandado ninguna carta por lo que el plan seguía con lo programado inicialmente, esa mañana entre soleada y nublada Nail estuvo viendo los preparativos del día, no deseaba que nada tuviese un retraso por una u otra cosa, Morwen llego corriendo hacia él llevándolo de inmediato a su habitación donde el baño ya estaba listo y el joven Fénix necesitaba asearse.

Nail no opuso resistencia sabiendo que debía alistarse antes de que llegase su prometido, después de un baño rápido Morwen lo ayudo a cambiarse y peinar su largo y bello cabello azul celeste, en el momento en que estuvo listo, el Segundo Príncipe no dejaba de mirarse en el espejo ya que estaba encantado no solo con su atuendo sino con toda su apariencia elegante.

—Morwen—hablo con dulzura viéndola por el espejo sonriendo con calidez—es increíble—rio suave—el trabajo tan bello que hizo el sastre me hizo sentir una enorme felicidad y satisfacción, fue una buena elección la que tuvieron tú y Bidelia

—No hay nada que agradecer amo Nail, deseábamos poderle dar algo deslumbrante y precioso para recibir a su prometido el joven maestro Deiren—Morwen sonrió suavemente.

—Si—rio Nail suave—a mi parecer lo han logrado, en cuanto veas a Bidelia dale mis felicitaciones ante su buen trabajo en este pequeño asunto

—Lo hare amo Nail—hizo una pequeña reverencia sonriendo animada—hoy estoy segura de que deslumbrara mucho con su atuendo, no dudo que no pueda quitar su mirada el joven amo Deiren de usted

—Muchas gracias Morwen, es muy lindo de tu parte pensar que así será—comento en un tono dulce escuchando al poco tiempo la puerta viendo hacia ella sonriendo con gentileza—adelante

La puerta se abrió con un poco de rapidez casi regresando a quien la había empujado revelando a la persona, era Leocadio quien aparentemente corrió hasta la habitación, el Segundo Príncipe se sorprendió de verlo tan agitado al entrar y solo cuando recupero un poco el aliento se inclinó levemente.

—Amo Nail, su prometido acaba de llegar a la ciudad

—¿Ya llego? ¿No es muy pronto?—dijo Nail sorprendido.

—No lo sé; puede que sí...puede que no, solo diré que está a pocas cuadras de la mansión

—Entiendo...bueno...en ese caso...Morwen y yo iremos a recibirlo—dijo suave mirándolo—Leocadio...asegúrate de que todo salga bien y esté listo para la noche

—El amo Nail debería preocuparse por lucir espectacular para el joven Deiren...de lo demás me encargare personalmente y todo seguirá según lo estimado—hizo una leve reverencia volviendo a ponerse erguido.

—Bien, cuento contigo—Nail sonrió con ternura al verlo asentir llevando su mirada a Morwen—vamos, no quisiera llegar tarde y hacerlo esperar demaciado

—Si amo Nail—Morwen hizo una leve reverencia dando paso libre a Nail para que avanzara primero.

Nail la miro con entusiasmo retirándose junto a ella de la habitación antes de que Leocadio se fuera, el joven Fénix camino tranquilamente a la entrada principal ocultando un poco su ansiedad de llegar pronto a ver a su prometido, en cuanto llego fue justo el momento en que el carruaje se detuvo frente a la mansión. La puerta se abrió descendiendo con suma elegancia el joven Deiren manteniendo una expresión seria en todo momento hasta que vio a Nail esperándolo en el marco de madera, mientras avanzaba hacia él, admiraba el traje color vino con aquellos pequeños detalles en las mangas con hilo plateado que lo hacía resaltar, su camisa color gris perla que contrastaba bien no solo con lo demás sino también con su pálida piel y su cabello estaba recogido con un broche de plata llevando el collar que aquel hombre le había regalado.

Corlanze. Dos criaturas unidas entre amor y venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora