C4 / El rizado

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Hola Harry nos ha llegado tu mail con tu  curriculum, estamos conformes con lo que nos contas sobre vos por lo que te damos la oportunidad de venir este lunes 16 a las 7:00 hs a practicar y conocer las cocinas de la cafetería

Te esperamos Harry, saludos 

Apenas vio la respuesta, salto del sillón y salió corriendo a su habitación ¿por que? había un pequeño detalle en toda esta felicidad de un primer trabajo y es que ya era 15 lo que significaba que la entrevista era al otro día y no sabia que ponerse, si hubiera visto la respuesta  antes, hubiera comprado algo para la ocasión

- Seguro te hagan cocinar o atender, no tenes que ir con un traje, boludo - Gemma había aparecido en mi habitación sin que me diera cuenta

- ¿Y como vos sabes de la entrevista? - yo no le había contado a nadie sobre el trabajo, no entendía  como sabia.

- Mira, lo que pasa es que vos te olvidaste el mail abierto en mi compu y puede ser que cuando llego lo leí - me sonrió haciéndose la inocente como cuando éramos chiquitos y me mandaba al frente con una cagada de ella, pero ahora esto era diferente, era una entrevista que en serio necesitaba. 

- ¿Como? ósea que vos lo leíste y ni me avisaste - no me iba a enojar pero si me estaba molestando. 

- Si, ahí la cague yo, es que llego justo cuando tenia una junta por zoom, lo abrí y me re olvide de decirte. - a esta la voy a matar.

- ¿Y eso cuando fue? - te ahorcaría pero sos mi hermana es en lo único que pensaba.

- El jueves.

- ¡¿QUE?! - baje la voz y lo tome con calma, mama podía escuchar - la puta madre Gemma, podría haber leído y respondido hace banda el mensaje, van a pensar que no me importa - me senté a su lado, ya resignado y comencé a jugar con mis dedos no van a entrevistarme si ya arranque así .

- Respóndeles ahora y anda mañana - agarró mi mano y ¿contaba mis dedos? no sabiapero tranquilizaba mi ansiedad.

- ¿Ahora?  ¿a las once de la noche de un domingo? ¿creo que no da no? - Gemma me miro y levanto una ceja, estaba siendo muy sarcástico. 

- Bueno Harry perdón - la abrace porque nosotros no somos así pero la situación me había sacado - hace una cosa, anda mañana 20 minutos antes de lo que te dijeron, pedí perdón y explica que la boluda de tu hermana hizo lo que hizo.

- No, no sos  ninguna boluda, vos también estabas con tus cosas - me levante de la cama y le acaricie la cabeza, parecía un perrito - voy a hacer eso menos decir que sos una boluda, aunque es una realidad  no queremos que todos lo sepan, la gente a veces  es mu mala viste - me quiso pegar una piña en el brazo pero la esquive - ahora, por la cagada que te mandaste, vas a tener que ayudarme con la ropa - y ahí estaba yo, copiándome de su sonrisa de "yo no hice nada".

- Uuh ¿me vas a hacer una pasarela?- rodo los ojos haciéndome burla. 

- Si es lo que queres... - la mire haciéndome el creído.

- Dale tonto, déjame ver que tenes para mañana - me empujo con la cadera y comenzamos a buscar lo que usaría. 

Estuvimos como una hora y media boludeando con la ropa que encontrábamos, ella se puso algunas remeras mías y actuaba como si fuera yo. Después de buscar y buscar, pudimos encontrar lo que iba a usar: un jean negro simple con una rotura en una de las rodillas, unas botas marrón clarito y una remera de líneas horizontales, blancas y verdes. Me probé la remera unas 4 veces, no tan convencido de mi decisión, pero al final, otra no me quedaba ya que ninguna de las demás cosas que me había probado me convencían.

El mar en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora