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Day fifteen!Ding Dong

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Day fifteen!
Ding Dong

Brooklyn, New York. 1943

Querido James

Ding Dong, es hora de despertar. Programé esta carta para que fuera lo primero que vieras por la mañana, espero que te saque otra sonrisa.

Gracias por tu carta Buck, y lamento la tardanza. Ayer por la tarde salí un rato, no fué necesaria mi presencia en el cuartel por lo que fuí al café y charlé con Claire. No paraba de contarle lo feliz que me encontraba con tu respuesta.

¿Acaso eres mi caballo? Porque has puesto a andar esta carroza.

No creo que haya sido una muy buena analogía, sabes que soy muy mala.

En fin, en la cafetería lanzaron un té frío delicioso, y tienes en cuenta que los odio.

Digo ¿A quién se le ocurrió aquella repulsiva cosa?. Con ello te arrebatan las dulces tardes donde solo quieres llorar y leer un libro.

O ser feliz y leer un libro. En fin, bebo té con cualquier ánimo.

Pero volviendo al tema, aquella bebida fría te hace sentir en una cálida tarde de verano, con una palmera haciéndote sombra y el mejor compañero a tu lado.

En mi caso eres tú claro. Y en mi imaginación nos encontramos en bañador, viendo una esplendorosa playa.

¿A que eso no suena fantástico?

Solo espero que cuando vuelvas poder hacerlo. Claire me ha recomendado las hermosas playas de Costa Rica, por como sabes de allí proviene su loco novio Manuel. Y no creo que hagamos nada de lo que ellos hacen en aquellas playas privadas.

Pero solo espero estar contigo.

Sea en la más hermosa playa de Costa Rica bebiendo té frío, o en nuestra cama mientras me narras tus locos sueños.

Al tenerte no me falta más nada.

Te amo. Cuídate.
Por siempre y para siempre tuya,
Estelle Bennet.

Curiosamente mientras escribía la carta tomaba una de esas bebidas.

—¿Es tu nueva droga?— cuestiona mi amiga Claire señalando mi té frío desde el mostrador — No llevo la cuenta de cuántos te has tomado, ¡y te brindé los tres primeros!— exclamó sorprendida.

Y si. Quería cambiar de ambiente por lo que me puse a escribir la próxima carta aquí, mientras mi amiga se burlaba de mis sonrisas estúpidas o mi rostro rojo.

Si Buck supiera el efecto que tiene en mi estando tan lejos.

—Nunca he tenido una droga— le dije negando, aún con una sonrisa.

Ella con su mirada atenta empezó a sonreír también — O si que la has tenido— sonreía de una manera pícara.

Llegó velozmente a mi mesa sentándose frente a mi, luego inclinándose hasta llegar cerca de mi rostro.

Todo con la misma sonrisa pícara.

—Bucky Barnes es tu droga amiga— dijo mientras sonreía, y me contagiaba la sonrisa a mi. —y también la de las presumidas que lo desnudan con los ojos.

Si bueno, el factor de que haya sido uno de los mujeriegos más guapos no me dejó dormir por varias noches.

Pero era conocido como el mujeriego fiel, tan poco común.

Claire examinaba mi rostro en busca de algún rastro de tristeza, entrecerró sus ojos antes de hablar. Lo que solo significaba que se avecinaba una dosis de pura verdad.

—Aunque tu eres a la única que lleva a la cama, y desnuda.

—Por Dios Claire— le dije levantándome de mi asiento.

—Creeme, nunca se me olvidará cuando me quedé con tu vecina— fué lo último que escuché antes de entrar a la cocina del lugar.

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𝗬𝗢𝗨 𝗦𝗘𝗡𝗗 𝗠𝗘¹━━Bucky barnes (40's)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora