𝐒 𝐔 𝐌 𝐈 𝐒 𝐈 𝐎́ 𝐍 ©

Séptimo acto

[VIII]

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No tuvo idea cuántas horas durmió, pero no parecían haber sido suficientes ya que su cabeza pesaba y punzaba de manera dolorosa por el excesivo llanto y estrés vivido hace algunas horas atrás. Se sentía terrible y su omega no estaba en mejor condición, se retorcía y lloriqueaba por ser consolado y reconfortado por su alfa.

Cosa que hizo los ojitos del peligris humedecer, no quería necesitar a Jungkook justo ahora y tampoco tenía la estabilidad emocional y mental para enfrentarlo, no aún.

Tenía tanto miedo de ser rechazado, de que Jungkook lo abandoné, de que ya no lo amé más, él...no podría soportar eso, terminaría entrando en un estado de depresión extrema hasta el punto de llegar a morir, y a veces se preguntaba si al alfa azabache le importaba siquiera un poco.

Limpio sus lágrimas y decidió que necesitaba salir de ahí en ese mismo momento, no podía esperar hasta la mañana. Se levantó con torpeza de la cama y se apresuró a buscar un pantalón deportivo cómodo y unas zapatillas, intento ser lo más silencioso posible.

Cuando termino de vestirse, tomó su teléfono y dio una última mirada a su habitación, sintió una pequeña opresión en su pecho, estaba al tanto de que esto era una idea irracional y bastante inmadura, también estaba al tanto de que cuando su alfa se diera cuenta de que no estaba se enfadaría y le daría un castigo, uno doloroso.

Pero no quería pensar en eso ahora, por lo que sin dudarlo se acercó hasta la ventana para abrirla con cuidado, asomó su cabeza para ver que tan larga era la caída y confirmó que no era tanta distancia, podría saltar y tal vez conseguir uno que otro raspón una vez llegara al suelo, pero nada muy grave.

Por lo que aún temeroso se sentó sobre el marco de la ventana, y cerró los ojos antes de lanzarse hacia abajo, no tardó tanto en llegar al suelo pero fue bastante doloroso cuando su espalda y cadera recibieron todo el impacto, aguantó las lágrimas cuando estás quisieron salir sin permiso por el dolor recién ocasionado.

Respiro hondo antes de intentar ponerse de pie, le costó algunos quejidos y jadeos pero una vez logró estabilizarse, acomodo su capucha de nuevo en su lugar y se dirigió hacia la parte trasera de la propiedad. Con pasos torpes y apresurados llegó hasta el jardín, atravesándolo hasta encontrar la antigua puerta de empleados trasera, con un suspiro quito el cerrojo y tiro con fuerza para abrirla.

Lo que no espero es que esta chirriara de manera ruidosa, en ese momento sintió temor de ser escuchado por alguien, por lo que sin dudar giro su cabeza asustando para asegurarse de que nadie se había percatado del sonido, cuando no vio movimiento ni ningún ruido más que el viento y las hojas crujir, suspiro aliviado.

Con cuidado salió por la puerta y así mismo tiro de ella para cerrarla siendo más minucioso esta vez, dio un último vistazo antes de comenzar a caminar hacia el otro lado de la calle, tenía mucho miedo de ir por ahí solo en las noches pero no tenía otra opción si es que quería llegar a la estación de servicio más cercana a unas cuadras.

Cubrió sus manos heladas en su sudadera para mantener el calor, aunque en realidad no parecía funcionar porque con cada paso que daba, comenzaba a temblar estrepitosamente. Mientras más se acercaba hacia la estación de servicio se preguntaba seriamente si estaba haciendo lo correcto, y si lo era porque no se sentía así.

Una vez estuvo a varios metros del lugar, apresuró sus pasos sintiéndose más animado, y no pudo contener su alivio cuando logró llegar a la puerta sin haber sufrido ningún daño en el camino. Dio un firme empujón a la puerta de cristal antes de poder entrar, una vez adentro inhalo el aire del lugar.

No era el mejor aroma pero era algo, así que no dudo antes de dirigirse hacia la cajera, para sonreírle suavemente, recibiendo a cambio una sonrisa cansada pero amable de la contraria.

—Bienvenido a Soul Moon, ¿En que puedo ayudarle?—Cuestiono más animada la señora, dejando ver un poco de su dentadura.

—E-Estoy buscando un teléfono, quiero realizar una llamada, por favor.—Pidió nervioso, con las mejillas completamente sonrojadas.

—Por supuesto cariño, el teléfono está al fondo, justo al lado del baño.

—Oh, muy bien, se lo agradezco mucho.—Mencionó el peligris con una sonrisa agradecida, dando una pequeña reverencia antes de dirigirse hacia donde se encontraba el teléfono.

Una vez estuvo frente al aparato, lo descolgó para marcar los dígitos que necesitaba, colocó el teléfono en su oído escuchando el sonido que producía, estaba un poco preocupado y ansioso por no recibir respuesta, definitivamente no tenía otra opción para poder pedir ayuda, además de que no tenía suficiente dinero consigo y no conocía muy bien las direcciones.

Pero casi chillo cuando escucho la voz característica de su Hyung en la línea y su para nada educada respuesta.

—¿Quién carajo llama a esta hora?

—H-Hyung, ¿Podrías venir por mí?—Cuestiono él omega con voz suave y algo temerosa.

—¿Taehyung?

Hasta aquí termina el capítulo, perdón si tarde mucho tiempo en actualizar, estaba cero animada e inspirada. :(

Este capítulo es medio importante, y se viene lo interesante, ¿Con quien creen que hablaba Tae?

Gracias por esperar, lo aprecio mucho y perdón si hay faltas de ortografía. <3

xoxo