𝐒 𝐔 𝐌 𝐈 𝐒 𝐈 𝐎́ 𝐍 ©

Décimo acto

[XI]
3/3

Jungkook

Jungkook se preguntaba constantemente qué tan ingenuo y estúpido podría llegar a ser Taehyung, intentando escabullirse por ahí y jugar a las escondidas con él. Aunque en realidad no sé le puede llamar de esa manera cuando el azabache estaba al tanto de la ridícula situación desde el primer momento en que él omega dio un paso fuera de su propiedad.

Él lo tenía todo controlado, cada paso y cada respiración que diera Taehyung él lo sabría, después de todo siempre lo hace. Pero era divertido verlo intentarlo, por más patético que fuera siempre lograba entretenerlo.

Pero ya se estaba cansando de esperar, habían pasado algunas horas desde que él omega se había ido y ya se estaba aburriendo sin su mascota favorita. Taeyang era precioso y sumamente caliente, pero no era más que eso, una entretención para su polla, jamás se compararía con su adorable y obediente mascota.

Pero eso no quitaba la satisfacción enfermiza que le daba tener al peligris enredado en su meñique, manipulándolo a su antojo. Lo mejor de todo era que no importa cuánto lastime y arruine sus sentimientos, el siempre volvería a sus brazos, por que Jungkook era él único capaz de arreglarlo nuevamente aunque antes lo hubiera convertido en trozos desastrosos. Era el muñeco perfecto, su lindo muñeco.

Pero aún era pronto, le daría un poco más de tiempo para recapacitar, el regresaría tarde o temprano, por lo que tampoco se tomó la molestia de avisarle a alguien sobre su falta de presencia en la mansión. Lo mantendría así hasta que llegara el momento cuando alguien preguntara por él.

Por lo qué a primera hora de la mañana se levantó y se encerró en su oficina, ordenando que nadie lo molestara a menos que sucediera algo urgente, después de todo tenía asuntos importantes que tratar sobre su empresa, no podía darse el lujo de divertirse sin mantener el orden dentro de sus negocios, que clase de hombre desinteresado sería.

Así pasaron algunas horas, mientras estaba envuelto en papeles de firmas y llamadas con socios nacionales y extranjeros, cuando el sonido de la puerta arruinó su agradable momento, casi pudo sentir la prisa y desesperación de los toques, ahí supo que el momento que había estado retrasando, casi soltó una carcajada al imaginar el desastre que se crearía pronto, tan sólo alguien abriera la boca para mencionar a Taehyung.

Contuvo su sonrisa y inhaló hondo antes de hablar.

—Está abierto, adelante.—Mencionó lo suficientemente alto para ser escuchado por la otra persona.

Segundos después un Yoongi agitado y nervioso entró en la oficina, cerrando la puerta con delicadeza detrás suyo. El azabache se percató del ligero aroma a preocupación debajo de su expresión neutra algo forzada, lo cual le pareció algo patético, ni esforzándote puedes dejar de ser predecible, inútil omega.

El peliazul se mantuvo en su lugar, manteniendo su posición tensa antes de murmurar por lo bajo.—Revisé la mansión y el amo Taehyung no sé encuentra en ningún lado, señor.

—¿Qué quieres qué decir con que no está?—Cuestiono el Alfa, en un tono duro y algo tosco, mientras fruncía el ceño.

— Su habitación está vacía, y nadie lo ha visto desde ayer por la noche, señor.—Se apresuró a explicar él omega, temblando en su lugar con ligereza.

—¿Estás diciendo que mi omega, escapó y nadie se dio cuenta? ¿Eso estás diciendo?—Exclamo sarcásticamente el azabache.

—Y-yo...lo lamento, tuve que haberle prestado más atención, me disculpo por ello.

Esas simples palabras asumiendo la culpa completamente, irritaron a Jungkook de sobremanera, personas responsabilizándose de los problemas y decisiones de los demás por voluntad le causaban un asco profundo.

—Tú y todos en esta mansión son unos inútiles que no pueden hacer bien su jodido trabajo.—Gruñó el Alfa, frotando sus sienes intentando no perder completamente la compostura.

Inhaló profundamente antes de regresar en sí, necesitaba tener todo bajo control, no podía simplemente arruinar todo por un odio irracional, él necesitaba mantener la cabeza fría.

Yoongi se había quedado pasmado en su lugar, no tenía la suficiente fuerza cómo para contradecir a su jefe y tampoco pensaba irritarlo mucho más. Por lo qué prefirió mantenerse en silencio y esperar por lo que sea que fuera a salir del Alfa.

—Ya que te encanta asumir la responsabilidad de los demás, tú te encargarás de encontrar a mi omega.—Menciono Jungkook, recargándose en su silla y cerrando sus ojos de manera desinteresada.

Yoongi jadeó por lo alto y abrió sus ojos de sobremanera.—S-señor, no puedo hacer eso, yo...

—Tienes veinticuatro horas para traerlo de vuelta, no me importa cómo lo consigas sólo encuéntralo.—Advirtió el azabache, dándole una mirada hastiada.

—Es muy poco tiempo, ¿cómo puedo lograrlo en tan sólo algunas horas?—Cuestiono ansioso el peli-azul, su cabeza parecía a punto de explotar por los nervios.

—El tiempo corre y yo no soy un hombre paciente, si quieres mantener tú trabajo, debes irte ahora mismo.—Mencionó indiferente, manteniendo la misma expresión en su rostro.

Yoongi tomó aquello cómo su momento para retirarse, estaba más deje claro que no conseguiría nada por parte del contrario, se tragó sus palabras y súplicas antes de dar una reverencia para después  salir de la oficina. Su cabeza pensaba una y otra vez en que podría hacer para encontrar a Taehyung, qué podría hacer cuando no tenía ninguna pista sobre su paradero.

¿En que momento había puesto en juego su empleo? Y peor aún, que haría para mantenerlo, pero eso era lo de menos cuando Taehyung estaba por ahí perdido, el peli-azul esperaba que estuviera en un lugar agradable y seguro, tenía que encontrarlo.

no sé si es tan buen capítulo, pero por fin traje perspectiva de jungkookie.

espero les guste aunque sea un poquis. <3
Me reí haciendo este capítulo y no sé porq qué, ayuda.

xoxox.